UN SANTO EN PRISIÓN
Ya está bien avanzado el siglo XXI y existe todavía un número vergonzoso de prisioneros de conciencia en muchas partes del mundo. En su inmensa mayoría, estos hombres y mujeres se encuentran en la cárcel por mantenerse fieles a ideas y acciones que han creído correctas, aunque esa fidelidad les haya terminado costando, temporalmente, la libertad.
“Temporalmente” es adverbio que utilizo con intención, porque los días que acumulamos las criaturas sobre esta tierra, aunque abarcaran un siglo entero, terminan siendo nada comparados con ese infinito al que estamos destinados. De ahí la importancia del buen uso que hagamos del tiempo en esta vida, así como de los valores no negociables que elegimos para iluminar nuestro camino.
Verdadero ejemplo en estos asuntos fue uno de los más ilustres presos de conciencia de la historia, Tomás Moro (1478-1535), que tras ocupar la Cancillería de Inglaterra durante buena parte del reinado de Enrique VIII, se vio obligado a contradecir al monarca en un asunto de fe y perdió todos sus privilegios hasta ser confinado en la lúgubre Torre de Londres.
Poco antes de declararse a sí mismo “Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra” -lo que marca el inicio del anglicanismo-, el rey exigió a todos sus funcionarios que abjuraran de su lealtad a Roma. Ilustres islas en un mar de cobardía, sólo Moro y el obispo Juan Fisher se mantuvieron firmes en sus principios católicos. Ambos, claro, fueron detenidos y procesados.
En el tiempo que estuvo encarcelado, del 17 de abril de 1534 al 6 de julio de 1535 (fecha de su decapitación), Tomás Moro dio muestras de una fortaleza de ánimo extraordinaria, enraizada en su confianza absoluta en la voluntad divina. En ese periodo escribió de manera elocuente e incansable, incluyendo una meditación en la que expresa: “Quien salve su vida de manera que ofenda a Dios, muy pronto llegará a odiarla. Pues, si de esa forma salvas tu vida, la aborrecerás con tal odio al día siguiente que te apesadumbrará el que la muerte no te hubiera llevado el día antes”.
Y continúa: “¿Qué insensatez es esta de evitar la muerte temporal para caer en una muerte que dura para siempre? Y, para colmo, no escaparás de la temporal sino por algún tiempo, un mero retraso. ¿Piensas acaso que si escapas ahora de la muerte, ya la habrás conquistado para siempre? Al contrario, puede que te ocurra lo que le pasó a aquel hombre rico que se prometía una muy larga vida. Cristo le recordó: Insensato, esta misma noche morirás”.
No voy discutir aquí si es necesaria una opción confesional como la de Moro para sobrenaturalizar de tal manera el sufrimiento y la soledad. Lo que en todo caso evidencia su martirio es un fenómeno que ha sido común a los espíritus libres que enfrentan tiranías: el poder de una conciencia tranquila. Por mucho que se ensañen contra nosotros los poderes terrenales, si sabemos bien qué creemos y por qué lo creemos, no habrá fuerza capaz de doblegarnos.
Cuando Tomás Moro, ya prisionero, le aseguraba a su asombrada hija Margaret que “un hombre puede perder su cabeza sin sufrir ningún daño”, sabía lo que decía. La verdadera muerte, a sus ojos, no provenía del hacha del verdugo, sino de la propia incoherencia. Vivir transigiendo con la conciencia, según Moro, era igual a morir. Es la falta de valor para defender nuestras convicciones lo que debería aterrorizarnos, en lugar de preferir alivios efímeros.
En esta época en que la libertad de conciencia se encuentra tan amenazada, o se llega al colmo de llamar “estrategia” a las peores inmoralidades, ¡qué refrescante es hacer memoria de Tomás Moro, santo patrono de los políticos!
Vivir transigiendo con la conciencia, según Moro, era igual a morir. Es la falta de valor para defender nuestras convicciones lo que debería aterrorizarnos, en lugar de preferir alivios efímeros.
ftanto Fitch Ratings como Standard & Poor's Global Ratings consideran que el canje de deuda previsional entre el Gobierno salvadoreño y las AFP representó un "incumplimiento" debido al cambio de términos en las condiciones previamente pactadas.
fsegún Fitch Ratings, las AFP optaron en su gran mayoría por canjear los Certificados de Inversión Previsional (CIP) por otros a 50 años plazo, pero con un período de gracia de cuatro años.
fstandard & Poor's Global Ratings reveló que durante ese periodo de gracia, el Gobierno no pagará ni capital ni interés a los fondos de pensiones, por lo que ahorrará $500 millones anuales. fsi bien la deuda pública total del país ha bajado desde el 2020, continúa siendo alta respecto a los parámetros internacionales, lo complica la economía.
fla deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) alcanzó el 75.9 % al cierre de 2022, frente al 80.4 % de 2021 y el 88,1 % de 2020, apunto Fitch, agencia que prevé que la relación deuda pública/pib seguirá disminuyendo en los próximos años.
fstandard & Poor's Global Ratings no espera impagos en al menos 12 meses. Las necesidades de financiamiento han disminuido debido a los resultados fiscales y a la recompra de los bonos del 2023 y del 2025. El canje de deuda previsional también representa un alivio. fambas calificadoras coinciden en que la dependencia de la deuda interna de corto plazo, representada por las LETES y los CETES, es elevada debido al poco acceso que tiene el país para financiarse en los mercados internacionales o a través de la banca multilateral.
ffitch dijo que el apetito y la capacidad de los bancos para aumentar sus tenencias de deuda a corto plazo es limitado, pero considera probable que continúen ampliando estas posiciones.
fstandard & Poor's, por su parte, considera que la deuda de corto plazo continuará siendo refinanciada, pero observa que el espacio para aumentarla aún más se está reduciendo. fel alto perfil de riesgo de El Salvador le impide salir a emitir deuda en los mercados internacionales para financiarse. Los costos de los préstamos externos siguen siendo prohibitivamente altos, advierte Fitch.
flas opciones de financiamiento son limitadas, remarca Standard & Poor's Global Ratings, y en este contexto el canje que hice del gobierno de la deuda de pensiones aliviará las necesidades de gasto fiscal.
flas finanzas públicas están débiles y la carga de la deuda es alta, subraya Standard & Poor's. Fitc plantea que la posición fiscal y de liquidez del país sigue siendo ajustada. Ambas mantienen en observación al país para próximas evaluaciones. fun aspecto que destacaron las agencias calificadoras es el hecho de que el déficit fiscal del país ha disminuido. Este indicador se disparó en el 2020, a raíz de la pandemia.
ffitch destacó que el déficit fiscal del gobierno se redujo significativamente al 2.5% del PIB en 2022, desde el 5. % en 2021 y el 10.1% en 2020. “La consolidación fiscal en curso ha sido impulsada tanto por una sólida recaudación de impuestos como por una restricción del gasto”, apuntó. Fitch anticipa que la consolidación fiscal continuará este año tras el canje de la deuda previsional.
fstandard & Poor's también mencionó en su informe la reducción del déficit fiscal, ubicándolo en un 2.6% del PIB en el 2022, del 6% en el 2021 y el 10 % en el 2020.