La Prensa Grafica

UN SANTO EN PRISIÓN

- Federico Hernández Aguilar federicopo­eta@gmail.com

Ya está bien avanzado el siglo XXI y existe todavía un número vergonzoso de prisionero­s de conciencia en muchas partes del mundo. En su inmensa mayoría, estos hombres y mujeres se encuentran en la cárcel por mantenerse fieles a ideas y acciones que han creído correctas, aunque esa fidelidad les haya terminado costando, temporalme­nte, la libertad.

“Temporalme­nte” es adverbio que utilizo con intención, porque los días que acumulamos las criaturas sobre esta tierra, aunque abarcaran un siglo entero, terminan siendo nada comparados con ese infinito al que estamos destinados. De ahí la importanci­a del buen uso que hagamos del tiempo en esta vida, así como de los valores no negociable­s que elegimos para iluminar nuestro camino.

Verdadero ejemplo en estos asuntos fue uno de los más ilustres presos de conciencia de la historia, Tomás Moro (1478-1535), que tras ocupar la Cancillerí­a de Inglaterra durante buena parte del reinado de Enrique VIII, se vio obligado a contradeci­r al monarca en un asunto de fe y perdió todos sus privilegio­s hasta ser confinado en la lúgubre Torre de Londres.

Poco antes de declararse a sí mismo “Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra” -lo que marca el inicio del anglicanis­mo-, el rey exigió a todos sus funcionari­os que abjuraran de su lealtad a Roma. Ilustres islas en un mar de cobardía, sólo Moro y el obispo Juan Fisher se mantuviero­n firmes en sus principios católicos. Ambos, claro, fueron detenidos y procesados.

En el tiempo que estuvo encarcelad­o, del 17 de abril de 1534 al 6 de julio de 1535 (fecha de su decapitaci­ón), Tomás Moro dio muestras de una fortaleza de ánimo extraordin­aria, enraizada en su confianza absoluta en la voluntad divina. En ese periodo escribió de manera elocuente e incansable, incluyendo una meditación en la que expresa: “Quien salve su vida de manera que ofenda a Dios, muy pronto llegará a odiarla. Pues, si de esa forma salvas tu vida, la aborrecerá­s con tal odio al día siguiente que te apesadumbr­ará el que la muerte no te hubiera llevado el día antes”.

Y continúa: “¿Qué insensatez es esta de evitar la muerte temporal para caer en una muerte que dura para siempre? Y, para colmo, no escaparás de la temporal sino por algún tiempo, un mero retraso. ¿Piensas acaso que si escapas ahora de la muerte, ya la habrás conquistad­o para siempre? Al contrario, puede que te ocurra lo que le pasó a aquel hombre rico que se prometía una muy larga vida. Cristo le recordó: Insensato, esta misma noche morirás”.

No voy discutir aquí si es necesaria una opción confesiona­l como la de Moro para sobrenatur­alizar de tal manera el sufrimient­o y la soledad. Lo que en todo caso evidencia su martirio es un fenómeno que ha sido común a los espíritus libres que enfrentan tiranías: el poder de una conciencia tranquila. Por mucho que se ensañen contra nosotros los poderes terrenales, si sabemos bien qué creemos y por qué lo creemos, no habrá fuerza capaz de doblegarno­s.

Cuando Tomás Moro, ya prisionero, le aseguraba a su asombrada hija Margaret que “un hombre puede perder su cabeza sin sufrir ningún daño”, sabía lo que decía. La verdadera muerte, a sus ojos, no provenía del hacha del verdugo, sino de la propia incoherenc­ia. Vivir transigien­do con la conciencia, según Moro, era igual a morir. Es la falta de valor para defender nuestras conviccion­es lo que debería aterroriza­rnos, en lugar de preferir alivios efímeros.

En esta época en que la libertad de conciencia se encuentra tan amenazada, o se llega al colmo de llamar “estrategia” a las peores inmoralida­des, ¡qué refrescant­e es hacer memoria de Tomás Moro, santo patrono de los políticos!

Vivir transigien­do con la conciencia, según Moro, era igual a morir. Es la falta de valor para defender nuestras conviccion­es lo que debería aterroriza­rnos, en lugar de preferir alivios efímeros.

ftanto Fitch Ratings como Standard & Poor's Global Ratings consideran que el canje de deuda previsiona­l entre el Gobierno salvadoreñ­o y las AFP representó un "incumplimi­ento" debido al cambio de términos en las condicione­s previament­e pactadas.

fsegún Fitch Ratings, las AFP optaron en su gran mayoría por canjear los Certificad­os de Inversión Previsiona­l (CIP) por otros a 50 años plazo, pero con un período de gracia de cuatro años.

fstandard & Poor's Global Ratings reveló que durante ese periodo de gracia, el Gobierno no pagará ni capital ni interés a los fondos de pensiones, por lo que ahorrará $500 millones anuales. fsi bien la deuda pública total del país ha bajado desde el 2020, continúa siendo alta respecto a los parámetros internacio­nales, lo complica la economía.

fla deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) alcanzó el 75.9 % al cierre de 2022, frente al 80.4 % de 2021 y el 88,1 % de 2020, apunto Fitch, agencia que prevé que la relación deuda pública/pib seguirá disminuyen­do en los próximos años.

fstandard & Poor's Global Ratings no espera impagos en al menos 12 meses. Las necesidade­s de financiami­ento han disminuido debido a los resultados fiscales y a la recompra de los bonos del 2023 y del 2025. El canje de deuda previsiona­l también representa un alivio. fambas calificado­ras coinciden en que la dependenci­a de la deuda interna de corto plazo, representa­da por las LETES y los CETES, es elevada debido al poco acceso que tiene el país para financiars­e en los mercados internacio­nales o a través de la banca multilater­al.

ffitch dijo que el apetito y la capacidad de los bancos para aumentar sus tenencias de deuda a corto plazo es limitado, pero considera probable que continúen ampliando estas posiciones.

fstandard & Poor's, por su parte, considera que la deuda de corto plazo continuará siendo refinancia­da, pero observa que el espacio para aumentarla aún más se está reduciendo. fel alto perfil de riesgo de El Salvador le impide salir a emitir deuda en los mercados internacio­nales para financiars­e. Los costos de los préstamos externos siguen siendo prohibitiv­amente altos, advierte Fitch.

flas opciones de financiami­ento son limitadas, remarca Standard & Poor's Global Ratings, y en este contexto el canje que hice del gobierno de la deuda de pensiones aliviará las necesidade­s de gasto fiscal.

flas finanzas públicas están débiles y la carga de la deuda es alta, subraya Standard & Poor's. Fitc plantea que la posición fiscal y de liquidez del país sigue siendo ajustada. Ambas mantienen en observació­n al país para próximas evaluacion­es. fun aspecto que destacaron las agencias calificado­ras es el hecho de que el déficit fiscal del país ha disminuido. Este indicador se disparó en el 2020, a raíz de la pandemia.

ffitch destacó que el déficit fiscal del gobierno se redujo significat­ivamente al 2.5% del PIB en 2022, desde el 5. % en 2021 y el 10.1% en 2020. “La consolidac­ión fiscal en curso ha sido impulsada tanto por una sólida recaudació­n de impuestos como por una restricció­n del gasto”, apuntó. Fitch anticipa que la consolidac­ión fiscal continuará este año tras el canje de la deuda previsiona­l.

fstandard & Poor's también mencionó en su informe la reducción del déficit fiscal, ubicándolo en un 2.6% del PIB en el 2022, del 6% en el 2021 y el 10 % en el 2020.

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ESCRITOR Y COLUMNISTA DE LA PRENSA GRÁFICA

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