SU COMPETIDOR
Odette Varela, directora de la Escuela Nacional de Agricultura y del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal, fue premiada.
El puerto de La Unión está listo desde finales de 2008, pero no ha podido ser concesionado a un operador privado. La concesión del puerto de La Unión es tarea pendiente. La idea comenzó a ser planteada desde antes de que finalizara su construcción. El proceso que más avanzó fue declarado desierto en 2015.
Luego de la última licitación, que se declaródesiertaenmayode2015,trascendió que las empresas interesadas en el puerto de La Unión pidieron al gobierno de turno que este fuera usado solo para carga en contenedores, y Acajutla carga a granel. Entonces, CEPA aseguró que esa migración ocurriría de manera “natural”.
Cuando la construcción del puerto de La Unión estaba por terminar, el Gobierno de ese entonces buscó la concesión de ambos puertos, pero la iniciativa no logró apoyo en la Asamblea Legislativa.
Debido al tamaño de su economía, el puerto de Acajutla era suficiente para atender el mercado salvadoreño. En cambio, el puerto de La Unión fue concebido como un ancla para desarrollar la zona oriental y atender a Honduras, Nicaragua y El Salvador por su cercanía con el golfo de Fonseca.
Con el paso del tiempo, y tras fracasar la concesión del puerto de La Unión, los ingresos de empresas como el puerto de Acajutla y el Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Arnulfo Romero ha servido para dar mantenimiento a la terminal unionense.
Para hacer que La Unión “despegue” y logre ser más operativo, las autoridades de CEPA en diferentes épocas han consideradolaideadequesusinstalacionessirvan para la pesca, el turismo, para la reparación de barcos y también que ofrezca el servicio del ferri, el cual solo operó por unas semanas.
El puerto de Acajutla, por su parte, fue la primera empresa que administró la CEPA, que fue creada como comisión administradora del puerto de Acajutla. l Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) otorgó la distinción ‘Líder de la Ruralidad de las Américas’ a la salvadoreña Odette Varela por sus aportes al fortalecimiento de las mujeres rurales y a la lucha contra la pobreza de los pequeños productores en su país.
El IICA explicó en un comunicado que esta distinción la otorga a personas que son garantes de la seguridad alimentaria y nutricional y al mismo tiempo guardianes de la biodiversidad del planeta.
Desde 2021 Varela es la directora general de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) de El Salvador, un instituto tecnológico estatal de educación superior creado en 1956 con el objetivo de formar a los profesionales del agro y brindar oportunidades a jóvenes de familias de escasos recursos económicos con vocación agrícola.
Ella también es, desde este año, la directora ejecutiva interina del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa) de El Salvador, institución pública dedicada a la investigación científica, que provee soluciones innovadoras a la producción de alimentos.
“Trabajamos para atraer a los jóvenesconnuevastecnologíasyparapromover una agricultura distinta en el país, que sea más productiva gracias a
Elacienciaylainvestigación.tambiéntenemos como prioridad la incorporación de mujeres. En la ENA hoy hay un 30% de estudiantes mujeres, lo que es un gran logro porque en El Salvador la formación en agriculturasiemprefueconsideradacomo exclusiva para los hombres”, dijo Varela.
Varela es nieta de un productor ganadero lechero y se graduó como ingeniera agroindustrial.luegoobtuvounabecapara realizar una maestría en agronegocios en la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Pingtung, en Taiwán, y posteriormente hizo un doctorado en medio ambiente y agricultura.
Desde su cargo, Varela se propone contribuir al objetivo de reducir las importaciones de alimentos de El Salvador, que hoy alcanzan al 80% de lo que consume la población.
“Primero sufrimos la guerra civil que duró unos 15 años e hizo que la agricultura bajara su rendimiento porque mucha gente emigró y quedaron pocos en la producción de alimentos. Luego vino la situación de violencia con las pandillas, que también redujo la productividad del país. Pero este es un país agrícola, con buenos suelos y mucha lluvia, por lo que podemos levantarnos”, afirmó.
Varela enfatizó en la necesidad de incentivar a los jóvenes y las mujeres a interesarse por la agricultura como un motor de desarrollo.
“La agricultura no es para los pobres, como a veces creen los propios productores. Por el contrario, es para emprendedores que pueden aprovechar grandes oportunidades”, expresó.
“La agricultura no es para los pobres, como a veces creen los propios productores. Por el contrario, es para emprendedores que pueden aprovechar grandes oportunidades”. Odette Varela, DIRECTORA DE LA ENA Y DEL CENTA.