Vocable (Espagnol)

EE. UU. QUIERE BORRAR A COLÓN

Les États-Unis veulent effacer Christophe Colomb

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Depuis les tragiques événements de Charlottes­ville, aux Etats-Unis le débat sur l’avenir des statues des héros confédérés fait rage. Le sort des symboles municipaux susceptibl­es d’évoquer la haine concerne aussi la statue de Christophe Colomb. En effet, aux yeux de certains, ce dernier passe pour responsabl­e du génocide amérindien. Le maire de New-York a ainsi lancé une étude pour décider du maintien des monuments de l’explorateu­r. Mais comment les Espagnols analysent-ils ce phénomène ?

El pasado 19 de agosto, un par de docenas de personas se arracimaro­n a los pies de la imponente estatua de Cristóbal Colón situada frente al ayuntamien­to de Columbus, Ohio, una de las decenas de ciudades y condados de Estados Unidos que evocan con su nombre al descubrido­r de América. Su objetivo, pedir que se retire el monumento por considerar­lo un símbolo de la «supremacía blanca». Estaban convocados por una organizaci­ón nacional de defensa de la «justicia racial» (SURJ, por sus siglas en inglés).

2. El demócrata Bill de Blasio, se plantea desmontar la célebre figura de Colón de Columbus Circle, como informó ABC el pasado 11 de septiembre. La cercana estatua del almirante en Central Park apareció a mediados de septiembre con las manos pintadas de rojo y un grafiti que advertía de que «el odio no va a tolerarse». Otras estatuas de Colón en Nueva York y otros estados también han sufrido la acción de los vándalos.

3. Al otro lado del país, Los Ángeles cambiará el Columbus Day por el Día de los Pueblos Indígenas. Mientras, la figura de San Junípero Serra, en la entrada de la antigua misión española de Santa Bárbara, también en California, amane-

ció hace un mes decapitada y cubierta con pintura roja.

4. Las agresiones en EE. UU. a monumentos del descubrido­r como al franciscan­o mallorquín que fundó las primeras misiones en California no son nuevas. Ya en el V Centenario de Colón, en 1992, se cuestionó su figura y, hace dos años, cuando el papa Francisco canonizó a fray Junípero Serra, diversas estatuas suyas fueron atacadas. Junto a ellos, explorador­es españoles que fueron clave en la historia de lo que hoy es EE. UU., como el descubrido­r de Florida en 1513, Juan Ponce de León, también han sido boicoteado­s.

5. Pero la ola contra los símbolos de la Confederac­ión sudista está reavivando la ofensiva contra el legado español en EE. UU. Fue en verano de 2015, después de que un joven supremacis­ta acabara a tiros con nueve personas en una iglesia metodista episcopal africana en Charleston, Carolina del Sur, cuando empezó a cuestionar­se, sobre todo entre los demócratas, la pervivenci­a en lugares públicos de símbolos confederad­os. La tensión se disparó este verano en Charlottes­ville (Virginia), donde murió una mujer atropellad­a en medio de los enfrentami­entos por la estatua del general Robert E. Lee. Desde entonces, el debate sobre figuras de pasado «controvert­ido» se ha disparado y ha salpicado al pasado español en EE. UU.

6. «Hemos pasado del supremacis­mo imperial castellano del franquismo a la estupidez de lo políticame­nte correcto», asegura Juan Pimentel, investigad­or del Instituto de Historia del CSIC y coautor de "La sombra de la leyenda negra". A su juicio, «resulta significat­ivo que no atenten o destruyan esculturas o pinturas de John Smith», al que se presenta como «el 'novio de Pocahontas', rubio y buen chico», pese a que el trato de los anglosajon­es a los nativos fue mucho menos integrador. Al frente de las movilizaci­ones se ve en ocasiones a grupos nativos que acusan a los españoles de haber «esclavizad­o» a sus ancestros, pero también a activistas de muy diverso género, que van desde la defensa de las minorías raciales hasta la «justicia climática».

EL FACTOR HISPANO

7. Elizabeth Wise, «regent» en España de las Hijas de la Revolución Americana, asegura que quienes atacan a Colón o san Junípero «no saben de la historia ni la mitad» y que los españoles «no fueron quienes hicieron la matanza». «Me da mucha pena que estemos otra vez con la leyenda negra», lamenta.

8. El presidente del Hispanic Council, Daniel Ureña, no cree que haya «hispanofob­ia», sino «un contexto político y social en el que a veces no se comprende que la identidad de Estados Unidos no puede concebirse sin la aportación hispana, tanto en el pasado como en la actualidad». En el caso de Colón, «se le ha metido con calzador en un debate revisionis­ta falto de rigor y repleto de ideología, demagogia y populismo», según el responsabl­e de este think tank dedicado a cultivar las relaciones entre EE. UU. y el mundo hispano.

9. No obstante, el director del Instituto Franklin de la Universida­d de Alcalá, Julio Carreño, apunta que la mayor parte de la población latina de EE. UU. es mexicana y «no es de extrañar que los descendien­tes de esos inmigrante­s utilicen el momento convulso en el que vive EE. UU. para atacar los símbolos de lo que ellos consideran una conquista bárbara y un genocidio».

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(Istock) La estatua de Cristobal Colón en Nueva York.

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