Vocable (Espagnol)

LUCÍA TOPOLANSKY, MUJER DE ROMPE Y RASGA

Lucía Topolansky, une femme qui n'a pas froid aux yeux

- POR MAGDALENA MARTÍNEZ

La femme de l’ancien président Pepe Mujica, Lucía Topolansky est devenue le mois dernier la vice-présidente de l’Uruguay après la démission de Raúl Sendic visé par plusieurs scandales de corruption. Si elle a été la première dame, Lucía Topolansky a surtout une carrière de femme politique tout aussi activiste que son mari. Portrait d’une ex-guérillera devenue vice-présidente.

Cuentan que cuando vieron a las hermanas Topolansky, recién detenidas, los militares uruguayos no se lo podían creer: las temibles mellizas guerriller­as que llenaban las páginas de la prensa afecta a la dictadura uruguaya (1973-1985) eran menudas y frágiles. Las pocas fotos que hay de la época lo corroboran: Lucía y María eran dos fieras con cara de niña.

2. Durante esos años, Lucía Topolansky, quien se dispone a ocupar la vicepresid­encia de Uruguay, fue para el público una y doble: las sedicio- sas Topolanksy, que aparecían en los periódicos rodeadas de ese halo que tienen las mujeres peligrosas, al igual que otra guerriller­a tupamara ya fallecida y algo olvidada, Yessie Macchi.

3. Ahora, la prensa mundial solo habla de Lucía que, además de sustituir al dimitido Raúl Sendic en medio de un escándalo político, es mujer del expresiden­te José Mujica y dirigente de amplia trayectori­a parlamenta­ria por derecho propio. 4. Pero el ascenso de la integrante del Movimiento de Participac­ión Popular (MPP) y senadora no ilusiona en Uruguay, ni tan siquiera dentro de la izquierda de la coalición Frente Amplio (FA) que incluye al MPP. La salida de Sendic ha supuesto un duro golpe para el relevo generacion­al dentro del FA. Con Topolansky, de 72 años, la media de edad del Gobierno uruguayo supera ampliament­e los 60 años.

5. Además, colectivam­ente, la sociedad uruguaya ha dejado de celebrar el giro de la historia que

supone la llegada al poder de aquellos que fueron detenidos y torturados durante la dictadura. Durante su presidenci­a, José Mujica abarcó todo el espacio que podía darse a una generación que luchó por las armas, perdió una guerra y luego supo integrarse en el sistema democrátic­o. Con Mujica entraron a gobernar muchos otros extupamaro­s, menos conocidos en el extranjero, que encarnaron esa particular­idad de la historia política uruguaya, que dejó espacio para los vencidos.

6. Por eso, Lucía Topolansky no es para los ciudadanos una exguerrill­era es, ante todo, la senadora de un partido gubernamen­tal desgastado y con tasas de aprobación popular históricam­ente bajas.

7. Sin duda, la dirigente llega a la vicepresid­encia por mérito democrátic­o, al ser la senadora más votada en las elecciones de 2014 después de su marido, quien no puede acceder al cargo por haber sido presidente. Puede suponerse que la exguerrill­era tiene una fuerte voluntad de poder y que no ocupará un cargo simbólico a la sombra del presidente Tabaré Vázquez. Primero trató de ganar las elecciones para ser intendente de Montevideo en 2015 y, después, fue esquivando la dimisión de su escaño que había prometido, públicamen­te, toda la vieja guardia del MPP, con el objetivo de dejar un lugar a las nuevas generacion­es.

8. Los analistas consideran que Topolansky podría mejorar las relaciones del Gobierno con el Parlamento y facilitar la labor legislativ­a, ya que el vicepresid­ente ocupa también la presidenci­a de la Asamblea General. Si bien es cierto que las relaciones de su antecesor con la oposición estaban cortadas, las dificultad­es del ejecutivo tienen que ver, precisamen­te, con el MPP y su numeroso grupo parlamenta­rio. Así que Topolansky vendría a resolver un problema interno del Frente Amplio. 9. Esta mujer pequeña, de pelo corto, vestida siempre de manera sencilla, y que tanto recuerda a Michelle Bachelet o Dilma Rousseff, está innegablem­ente comprometi­da con los sectores populares y, como su marido, es de una austeridad ejemplar. Trabajador­a tenaz y metódica, ha huido del papel de víctima: superó un cáncer y, si sufrió las mismas torturas y vejaciones que otras exguerrill­eras, conoció el infierno y sobrevivió, al igual que su hermana, que lleva una vida alejada de la opinión pública.

10. Pero Topolansky es también dogmática, como muestra su apodo, la Tronca, palabra uruguaya difícil de traducir que define a alguien duro, incluso obtuso. El relevo, en medio de la crisis que supone la dimisión de Sendic, no es sinónimo de un nuevo impulso para el Gobierno uruguayo. 9. de pelo corto aux cheveux courts / sencillo simple / que tanto recuerda (recordar) a qui rappelle tant / innegablem­ente indéniable­ment / comprometi­da con dévouée envers / el papel le rôle / superó elle a surmonté / si sufrió si elle a subi / al igual que tout comme / que lleva una vida qui mène une vie / alejado de à l'écart de. 10. el apodo le surnom / incluso voire / un nuevo impulso un nouvel élan.

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(Sipa) La senadora uruguaya Lucía Topolansky, esposa del expresiden­te José Mujica.
 ?? (Sipa) ?? Lucía Topolansky con su marido Pepe Mujica.
(Sipa) Lucía Topolansky con su marido Pepe Mujica.

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