La mina de oro más extensa del mundo antiguo
La mine d'or la plus vaste du monde antique
Le filon doré de Las Médulas.
Dans la province de León, Las Médulas exhibent d'immenses pitons de sable rougeâtre qui leur donnent des allures de Grand Canyon, dignes d'un grandiose décor de western. Ce territoire raconte une histoire qui remonte à l'Antiquité où pendant quatre siècles les romains ont extrait l'or...
Desmesuradas, únicas y doradas, las areniscas del paraje leonés de Las Médulas fueron desenterradas hace más de dos mil años por los romanos quienes crearon esta gigantesca mina a cielo abierto para extraer oro. El resultado es un paisaje inverosímil de callejos y pináculos, tan hipnótico que mereció su inclusión hace veinte años (se cumplieron en diciembre) en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Y para celebrarlo recorremos el legado que el Imperio romano, el mayor que ha existido en el mundo occidental, dejó en Las Médulas. 2. Las Médulas son unas montañas desgarradas en infinitos jirones de arenas rojizas con agujas de roca y esbeltos picachos que se contorsionan hacia el cielo entre barrancos bermejos y cavidades de una negrura de noche sin luna.
EXPLOTACIÓN AURÍFERA
3. Antes de acceder desde el pueblo del que toman nombre conviene acercarse hasta la localidad de Orellán, para desde un mirador de lujo, por sus perspectivas, contemplar la explotación aurífera más extensa del mundo antiguo y una impresionante obra de ingeniería.
4. Un laberinto de formas anaranjadas que se incendia cada día a medida que avanza el ocaso y sobre el que los castaños, procedentes de semillas de Oriente traídas por los romanos, se encargan de pintar aún más dorado o salpicar de verde con sus matices vegetales y el paso de las estaciones.
5. Pero no siempre el panorama fue así. Hace dos mil años sobre estos materiales paleozoicos de origen aluvial, crecían las encinas, quejigos y enebros. Mientras, mediado el siglo I a. C., Roma anexionaba por fin a su gran imperio el último bastión ibérico, el del noroeste. Durante dos siglos, los pueblos cántabro y astur que ocupaban esta área peninsular, se habían resistido con bárbara tenacidad a las ofensivas de las tropas romanas. La ansiada conquista llevó hasta Hispania al propio emperador Augusto comandando sus legiones. Ponerse al frente de tal ofensiva respondía no solo a la ampliación de su imperio sino por un codicioso interés ante la riqueza mineral de la zona.
6. Coincidía la conquista con la modificación del sistema monetario romano, que establecía a lo largo y ancho de su imperio la moneda de oro o aureus y la de plata o denarius como vehículo de las transacciones comerciales.
7. Esa misma tenacidad de la población de los castros prerromanos parece similar a la de las fuerzas de la naturaleza que 125 millones de años antes habían arrastrado el oro de los abundantes y lejanos yacimientos primarios o lugares donde el mineral se acumulara en forma de vetas o filones ligados a otros minerales como el cuarzo.
ORO LIBRE
8. Junto con arena, cantos rodados, arcilla y grava se depositó en Las Médulas en forma de conglomerado quedando el oro desligado; lo que se conoce como 'oro libre'. Cuando la partícula de oro, la pepita, queda en un curso de agua, brilla, pero si la arena aurífera se deposita entre otros materiales, la única manera de descubrirla es lavándolos. 9. Y es así como un paisaje mágico, Las Médulas, comenzó a surgir gracias a la erosión producida por el agua utilizada para desplazar colosales cantidades de tierra mediante el ruina montium, un sistema de explotación extensivo con el que lograron remover 240 millones de metros cúbicos de montañas.
10. El agua recogida de fuentes y arroyos de los cercanos montes Aquilianos, logró ese movimiento del terreno que no fue en vano: deparó a las arcas imperiales casi un millón de kilos de oro. Dejó 50 canales y grutas que suman más de 100 kilómetros sobre las 1115 hectáreas que, en el oeste de León, abarcan el paisaje que hizo de Las Médulas una huella única a nivel mundial, un territorio dorado y silencioso.
Las Médulas son una huella única a nivel mundial, un territorio dorado y silencioso