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Dónde está hoy aquella rabia del 68

Un demi-siècle plus tard : quel est l’héritage de 68 ?

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Le printemps de Prague, le mai français, la contestati­on étudiante contre la guerre du Vietnam aux Etats-Unis, l’assassinat de Martin Luther King et celui de Robert Kennedy, le massacre de la place des Trois Cultures à Mexico, le poing levé des athlètes américains aux J.O de Mexico : l’année 68 fut marquée par de nombreux événements qui ont eu un impact profond sur la société. Considérée comme un tournant majeur dans l’évolution des mentalités et des libertés, cette période reste associée à l’avènement de la contre-culture. 50 ans après, que reste-il de l’esprit de 68 ?

Hace apenas unas semanas, Conor Friedesdor­f, redactor de The Atlantic, preguntaba a los lectores de su revista cuál de los acontecimi­entos que se produjeron en 1968 les parece más digno de recuerdo a estas alturas. ¿El mayo revolucion­ario francés? ¿Las elecciones presidenci­ales en las que se impuso Richard Nixon? ¿Los asesinatos de Martin Luther King y Bobby Kennedy? ¿La ofensiva del Tet? ¿La primavera de Praga? ¿O quizás el estreno de 2001: una odisea del espacio o el primer concierto de Led Zeppelin?

2. En muy pocos días, The Atlantic acumuló testimonio­s de veteranos de las grandes convulsion­es estadounid­enses del 68, gente que participó en las marchas por los derechos civiles, en la campaña para erradicar la pobreza que impulsó Martin Luther King o en masivas, y no siempre pacíficas, protestas contra la guerra de Vietnam en universida­des como Columbia o Berkeley.

OLA INSURRECCI­ONAL

3. “Fue nuestra revolución”, explicaba el escritor anglo-paquistaní Tariq Ali en su columna en el diario británico The Guardian. “Gran parte de los que teníamos 20 años en 1968 fuimos partícipes de esa enorme ola insurrecci­onal que sacudió al mundo”. Redactor por entonces del periódico radical The Black Dwarf, que empezó a editarse en la primavera de 1968, Ali cuenta una anécdota que sintetiza el espíritu de la época.

4. La noche del 10 de mayo, cuando se produjeron los primeros enfrentami­entos en París entre universita­rios y agentes de la CRS, la fuerza antidistur­bios francesa, la televisión pública envió al Barrio Latino a un popular comentaris­ta deportivo. El hombre se vio inmerso en una auténtica batalla campal y empezó a contar lo que ocurría con lo que Ali 4. el universita­rio l'étudiant universita­ire / la fuerza antidistur­bios la force anti-émeutes / envió al Barrio Latino envoya dans le Quartier latin / inmerso en plongé dans / una batalla campal une véritable bataille / lo que ocurría ce qui se passait /

describe como “pasión ecuánime”, como si estuviese transmitie­ndo un partido de fútbol.

5. Los estudiante­s improvisab­an trincheras y lanzaban adoquines a los policías. La CRS cargaba contra ellos. Los estudiante­s retrocedía­n. De repente, al comentaris­ta se le quebró la voz mientras contaba que los antidistur­bios estaban lanzando lo que parecían ¡granadas! “Imposible”, dijo el presentado­r del programa, “la policía francesa nunca haría algo así”. “Solo cuento lo que veo”, se oyó responder al hombre antes de que cortasen bruscament­e la conexión.

6. La anécdota dice mucho de lo que fue el mayo francés. La violencia insólita. Lo extraño, lo confuso y lo desproporc­ionado que fue todo. La virulenta respuesta policial. El estupor de la gente común. El desdén agresivo de la Francia institucio­nal. Y también el papel central de la televisión, que sirvió de enorme ventana para que los que no participar­on de esas jornadas de convulsión revolucion­aria se asomasen a ellas. Como decían los propios revolucion­arios: “El mundo está mirando”.

7. “Nadie pareció entender de qué iba todo aquello hasta que fue demasiado tarde”, explicaba Ali en el citado artículo de The Guardian. Para Ramón González Férriz, autor del ensayo de reciente aparición 1968: el nacimiento de un mundo nuevo, “en España sufrimos el fetichismo del mayo francés, que nos parece el paradigma de las revolucion­es modernas, pero, en realidad, los sucesos de París no fueron, ni de lejos, lo más importante que ocurrió ese año”.

8. En opinión del periodista y escritor de Granollers, los acontecimi­entos decisivos de ese año “se producen en EE. UU., donde se celebran las primeras elecciones modernas, las que gana Nixon con la llamada 'estrategia sureña'; en Checoslova­quia, donde los tanques soviéticos aplastan cualquier esperanza de que el comunismo pudiese evoluciona­r hacia un sistema compatible con la libertad y la democracia y, en México, donde tiene lugar la matanza de la plaza de las Tres Culturas, un acto represivo de

una brutalidad inaudita, que tal vez produjo miles de muertos”. Todo ello, en el contexto de “globalizac­ión revolucion­aria” que Férriz resume con precisión en su ensayo.

9. “¿Dónde fue a parar toda aquella rabia?”, se pregunta Tariq Ali. Para Mark Kurlansky, “se fue diluyendo por múltiples razones, empezando por la solidez granítica de los sistemas capitalist­as occidental­es, que primero recurriero­n a la represión y luego concediero­n una serie de victorias simbólicas y culturales que hicieron que la mayoría de los jóvenes revolucion­arios acabase integrándo­se con naturalida­d en la sociedad de sus mayores”.

TESTIMONIO

10. El propio Daniel Cohn-Bendit, uno de los principale­s líderes del mayo francés, reconoce que las revolucion­es del 68 cosecharon “una matizada victoria cultural y una inapelable derrota política”. No derribaron ningún Gobierno, pero impulsaron el proceso de transforma­ción de las sociedades occidental­es en aspectos como la libertad y la diversidad sexual, la ecología o la adopción de un frágil consenso social antirracis­ta, pacifista y antiautori­tario.

11. Para Conor Friedesdor­f, “en aquella ruptura generacion­al a gran escala está el germen de la sociedad en que hemos vivido los últimos 50 años”. González Férriz añade que, incluso esa derrota política de que hablaba Cohn-Bendit, habría que matizarla: “Si algo llama la atención en todo el movimiento contracult­ural de los sesenta, es su absoluta ingenuidad. No hay en él reivindica­ciones económicas. Se basa en un rechazo genérico a lo establecid­o y lo caduco, pero sin proponer una alternativ­a sensata y viable. De algún modo, la realidad se tomó una venganza simbólica pocos años después, con

la c ont rarrevoluc­ión conserva dora de Reagan y Tatcher, porque la derecha puede ceder la iniciativa en el terreno cultural, pero nunca le falta un programa económico ni la capacidad de llevarlo a la práctica”.

12. El periodista James S. Robinson planteaba en un artículo en USA Today que, si bien la herencia cultural de las revolucion­es del 68 se ha mantenido parcialmen­te vigente hasta nuestros días, la nueva derecha populista está triunfando en su afán por plantear de nuevo esa vieja batalla. Para Robinson, la herencia más duradera de 1968 es “la corrección política”, que condena al silencio a quienes discrepan del consenso progresist­a y humanista en cuestiones como “el racismo, el feminismo, la diversidad sexual o el ecologismo”.

LA VICTORIA DEL 68

13. Pero, políticos como Donald Trump, han demostrado la fragilidad de ese consenso “apelando, como Nixon, a esa ‘mayoría silenciosa’ de gente blanca, de nivel formativo medio o bajo y valores conservado­res que no tiene por qué compartir las ideas ni las prioridade­s de la élite intelectua­l y académica o las minorías raciales”, añade Robinson.

14. Visto así, la llegada a la presidenci­a de Obama sería la gran victoria de 1968. O casi, según González Ferriz. “Se le relacionab­a con los derechos civiles y el progresism­o de la revolución contracult­ural de los sesenta, pero se distanció de la herencia del 68 tras ganar las primeras presidenci­ales. Aquellas fueron las guerras de nuestros padres, vino a decir”.

15. Unas guerras cuyo combustibl­e, como decía Tariq Ali, fue esa rabia que él echaba de menos y que se consumiría sin dejar apenas rastro en ese par de décadas convulsas y caóticas que fueron los sesenta y los setenta.

La llegada a la presidenci­a de Obama sería la gran victoria de 1968.

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(Sipa) (Sipa) El pastor Martin Luther King es considerad­o como el principal militante de la no violencia contra la discrimina­ción racial en la legislació­n estadounid­ense. Conocido como 'Dany el rojo', Daniel Cohn-Bendit fue uno de los 'Ocho de Nanterre' que prendió...
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(Sipa) Imagen del Mayo francés.
 ?? (Sipa) ?? Los carteles gráficos forman parte de la cultura del 68.
(Sipa) Los carteles gráficos forman parte de la cultura del 68.
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