Fembots: los estereotipos femeninos marcan la tecnología
Cybernanas/gynoïdes : les stéréotypes féminins marquent la technologie
Le machisme cybernétique.
Pourquoi les assistants virtuels ont-ils des prénoms et des voix de femmes ? Les nouvelles technologies illustreraient-elles une nouvelle forme de machisme à travers les robots ? A moins que les humains ne se transforment eux-aussi en robots ? Des chercheurs et sociologues espagnols décryptent le phénomène.
Piensen en robots en el cine o en las series. Seguramente su imaginario les lleve hasta un fornido Arnold Schwarzenegger en Terminator o al cíborg-policía Robocop. Como ejemplos más actuales, tenemos a los moradores de la serie Westworld, toda una sociedad de androides creados para dar rienda suelta a los instintos más bajos del hombre, desde perversiones sexuales a la violencia extrema.
2. Ahora busquen entre todos estos referentes robots con aspecto femenino. Continuando con la moderna serie de HBO, el papel de la "fembot" se limita a damiselas en apuros o prostitutas. Lo mismo que ocurre en películas consideradas "de culto" como Blade Runner, donde sus protagonistas femeninas son o bien modelos «de placer» y entrenados para la prostitución o secretarias que se ven envueltas en una guerra que les queda muy grande y para la que necesitan ser salvadas.
3. En la actualidad, este patrón servil de la mujer que se refleja en las películas ha traspasado la pantalla: los asistentes virtuales tienen nombres y voces femeninas, como Alexa o Siri; triunfan en internet modelos digitales como Shudu, que acumula 130 000 seguidores en Instagram y es parte de una agencia que solo trabaja con maniquíes que existen únicamente en el plano online; o el negocio de las muñecas sexuales a las que se les puede dar diferentes personalidades y que cuentan con inteligencia artificial para responder a los estímulos como si fueran mujeres reales (con la «ventaja» de que no lo son y el terreno de la legalidad es mucho más difuso).
CARAS Y VOCES BONITAS
4. «No es el cine o la tecnología los que cosifican, sino la sociedad. Y lo hace a través de la concepción androgénica que construye lo que cada cual debe ser», explica Isabel Tajahuerce, profesora de Comunicación y Género de Universidad Complutense de Madrid y directora del Seminario de Investigación sobre biotecnología, bioética, robótica y simulaciones, donde se aborda este tipo de cuestiones desde una perspectiva de género y de la comunicación. Continuando con el ejercicio imaginativo, Tajahuerce propone pen-