Una raza maltratada

Los galgos son una de las razas más castigadas de España. La inmensa mayoría de los perros llevan a sus espaldas un pasado trágico marcado por el maltrato y el abandono. Tanto es así que varias asociaciones como SOS Galgos estiman que cada año se abandonan a 150 000 animales, un tercio de ellos galgos. La velocidad de los galgos, que pueden alcanzar hasta los 60 kilómetros por hora, así como su privilegiado sentido de la vista, que les permite cazar conejos y liebres en jauría, los convierte en especies únicas y de gran interés para los cazadores. España es el único país de la Unión Europea que permite la caza con galgos, la única modalidad de caza donde los animales hostigan y matan a las presas directamente. Y muchas veces cuando pierden su 'efectividad' y, en definitiva, dejan de ser útiles como herramientas de caza o corredor de carreras, son abandonados o en el peor de los casos sacrificados de la forma más cruel: ahorcados en árboles, matados a tiros o arrojados a un pozo. Se les abandona simplemente cuando tienen una pata rota porque no pueden cazar de nuevo.

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