La ‘Capilla Sixtina’ de la Amazonia
Le trésor rupestre de Colombie.
En pleine Amazonie colombienne, le parc national de Chiribiquete abrite d’incroyables peintures rupestres dont les plus anciennes datent de 20 000 ans. Le site surnommé la chapelle sixtine de l’Amazonie, inscrit au Patrimoine mixte mondial de l’humanité, livre une cosmogonie qui fascine les archéologues.
Una tormenta obligó a cambiar de rumbo. La avioneta se agitaba sobre la selva cuando Carlos Castaño Uribe, director de Parques Nacionales de Colombia, vio algo extraño que destacaba sobre el espeso verdor. Anotó las coordenadas. Corría el año 1987.
2. Dos días después del avistamiento organizó una expedición. Llegar a ese misterioso punto no fue fácil y requirió largas caminatas a machetazos. Pero mereció la pena. En la serranía del
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2. el avistamiento le repérage / llegar a parvenir à / requirió (requerir) exigea / largas caminatas de longues marches / a machetazos à coups de machettes / mereció (merecer) la pena cela en a valu la peine / en la serranía de dans la région montagneuse de /
Chiribiquete, en el corazón de la Amazonia colombiana, Castaño Uribe y su equipo se quedaron boquiabiertos cuando dieron con un inmenso mural. Sobre una pared de gres blanca, centenares de pinturas de color ocre se desplegaban ante ellos. Había hombres levantando los brazos, mujeres encinta, caimanes, jabalíes, una serpiente gigante con manos y pies, ciervos, lagartos, tortugas, murciélagos, extrañas figuras geométricas… Y alrededor, manos de niños y de adultos, como si se tratara de la firma de los artistas.
3. Se toparon nada menos que con las pinturas rupestres más antiguas de América. Ya se conocía el cercano sitio arqueológico de la serranía de La Lindosa, descubierto en 1949 por el explorador francés Alain Gheengrant. Pero se necesitaban entonces cuatro meses de viaje por agua, desde Bogotá, para llegar. Aquello permaneció casi olvidado.
4. En 1987, Carlos Castaño Uribe descubrió en la colombiana serranía del Chiribiquete los espectaculares murales cubiertos de pinturas rupestres. Desde 1989, este enorme territorio — de casi 1,5 millones de hectáreas— es un parque nacional natural
5. La selva ha arropado y protegido de la erosión durante 20 000 años las más de 70 000 pinturas de arte rupestre halladas en Chiribiquete, en lo que se conoce como la ‘Capilla Sixtina’ de la Amazonia. Es un tesoro excepcional.
UNA TRIBU TEMIBLE
6. A los más de 30 años de este gran descubrimiento se han desentrañado algunos de sus misterios. Otros todavía siguen sin aclararse del todo. se cree, por ejemplo, que todavía rondan por allí comunidades indígenas que no desean ser contactadas. Y no se sabe con certeza cómo se las ingeniaron para pintar a 30 metros de altura, aunque lo más probable es que utilizaran una especie de andamio.
7. Respecto a los artistas se ha deducido que se trata de los temibles karijonas, una tribu de hombretones belicosos y caníbales. Los murales no eran accesibles para todos. «Solo los jefes y los mejores guerrilleros podían venir para rendir homenaje a los dioses», explica Andrés López, del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
8. Hay escenas de caza, un parto, y símbolos geométricos de los que se desconoce el significado. Además, hay impresas palmas de manos, como si se tratara de firmas.
9. Cuenta la revista colombiana Semana que de estos indígenas proviene el nombre 'chiribiquete' que «significa en karijona 'centro donde se dibuja'». A los karijonas los han sobrevivido sus pinturas. La tribu sucumbió a la llegada del hombre blanco, los explotadores del caucho y las enfermedades que introdujeron en la selva — como el sarampión, la viruela y la gripe— acabaron con este grupo indígena.
LA VISITA DE FRANK SINATRA
10. En 1989, dos años después de haber avistado el sitio, Castaño Uribe declaró Parque Nacional Natural la Serranía del Chiribiquete, una extensión de casi 1,5 millones de hectáreas con formaciones rocosas de hasta 2400 metros de altura. La riqueza de este parque es múltiple: también cobija un tesoro en biodiversidad estudiado por varias expediciones. Una de las misiones más importantes la protagonizó el biólogo Patricio von Hildebrand, que se estableció en la selva durante diez años para estudiar la fauna y la flora. Él descubrió el Estadio de Chiribiquete, una espectacular formación rocosa circular a la que se penetra a través de un túnel perforado en una roca de 50 metros de altura. Al biólogo lo acompañó Frank Sinatra durante unos días en una aventura que el cantante nunca olvidó. También el Estadio cobijaba pinturas y restos de cerámica.
11. La selva ha sido una eficaz guardiana. Pero a estas maravillas no las han salvado los dictámenes oficiales, sino que, paradójicamente, han estado protegidas por dos de los problemas más graves de la historia de Colombia: el narcotráfico y la guerrilla.
LA LLEGADA DE PABLO ESCOBAR
12. El narcotraficante Pablo Escobar instaló en la zona 19 laboratorios y 8 pistas de aterrizaje. Pero dejó tranquilas las pinturas milenarias. También se mudaron allí guerrilleros de las FARC y tampoco les prestaron atención.
13. El acuerdo de paz de 2016 con las FARC permitió la entrada de estudiosos, aunque quedan algunos rebeldes reacios a salir de la selva. En 2018, además, la Unesco ha declarado Chiribiquete Patrimonio Mundial Mixto, por su valor natural y cultural. Es un lugar único este inmenso telón verde en cuya preservación han intervenido —sin pretenderlo— la vegetación, la guerrilla y Pablo Escobar.