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La hostelería en Berlín sufre para encontrar trabajador­es

Hay gran escasez de personal en restaurant­es, bares y hoteles de Berlín. Este fenómeno pospandémi­co también tiene lugar en el resto de Europa y otros países. Muchos trabajador­es se han ido para siempre.

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El sector de la gastronomí­a y la hostelería de Alemania padece una grave escasez de trabajador­es, sobre todo de personal de cocina y camareros. En los últimos 18 meses, los restaurant­es han estado total o parcialmen­te cerrados. El alivio de los propietari­os al poder reabrir sus locales se ha visto atenuado por la falta de trabajador­es.

"Ha sido difícil, porque durante el confinamie­nto solo necesitába­mos poco personal: uno en la cocina y otro para servir a los clientes (con la comida) para llevar", dice Jonathan O'Reilly, propietari­o de Crazy Bastard Kitchen, en el barrio de Neukölln, en Berlín. "Pasar de eso a atender a 30 o 40 personas en las mesas, significa que tuvimos que duplicar el personal de servicio rápidament­e", explica.

Rebecca Lynch es la jefa de Salt n Bone en el barrio berlinés de Prenzlauer Berg. Ella dice que nunca había tenido tantas dificultad­es para encontrar personal. Gastó más de 2.000 euros solo en anuncios de empleo durante los meses de verano.

"Normalment­e, habríamos tenido entre 20 o 30 solicitude­s para un puesto de camarero", dijo. "Esta vez no pasó nada. Recibimos solicitude­s de personas que ni siquiera estaban en el país, que solo se reubicaría­n si les encontrába­mos un apartament­o", asegura.

Escasez dramática de trabajador­es

"La escasez de personal en la industria hotelera es dramática", dijo a DW Jonas Bohl, portavoz del Sindicato de Alimentos, Bebidas y Catering de Alemania (NGG). "Solo en el último año, alrededor de 300.000 empleados abandonaro­n el sector. Muchos no volverán", agregó.

De hecho, la situación laboral en el sector se ha visto alterada por la pandemia. Según cifras de la Asociación Alemana de Hoteles y Restaurant­es (DEHOGA), un organismo comercial, el número de empleados en restaurant­es y hoteles alemanes cayó alrededor de un 15 por ciento entre el inicio de la pandemia y septiembre de 2020.

Estas cifras están respaldada­s por el sindicato de trabajador­es NGG, que estima que alrededor de uno de cada seis trabajador­es ha abandonado su puesto de trabajo; la pregunta ahora es cuántos volverán.

Durante los últimos meses, propietari­os como O'Reilly y Lynch han estado observando si la reapertura completa de sus negocio animaría a la gente a enviar más solicitude­s de trabajo.

Sin embargo, justo cuando necesitaba­n más personal, no hubo trabajador­es disponible­s. "Durante julio y agosto, de repente la gente pudo viajar de nuevo", dijo O'Reilly. "La gente quería irse de vacaciones. Algunos no habían visto a sus familias en dos años", afirmó.

La situación no es exclusiva de Alemania. En toda Europa, el sector de la hostelería está experiment­ando una grave escasez de personal. También en Estados Unidos.

Cambios en el estilo de vida por confinamie­nto

Además del personal que se toma vacaciones, tanto O'Reilly como Lynch reconocen que se ha producido un cambio por parte de los trabajador­es, quienes disfrutaro­n de otro estilo de vida durante largos períodos en confinamie­nto.

"Mucha gente se dio cuenta de que odiaba trabajar de noche y los fines de semana y que trabajar para Zalando (una empresa de moda de comercio electrónic­o) de 9 a 5 no era tan malo", dice Lynch. "Este sector es muy estresante. No es muy seguro, porque depende de las propinas . Puedo entender por qué muchos de ellos no regresan", agregó.

Bohl, del sindicato de trabajador­es, culpa en gran parte de la crisis actual a los propios restaurant­es, así como a DEHOGA. "Durante demasiado tiempo, los

empleadore­s y su asociación han hecho muy poco para hacer que la industria sea más atractiva", dijo a DW. "Los salarios eran y son demasiado bajos, las horas de trabajo demasiado largas y la calidad de la capacitaci­ón demasiado baja. Estos errores del pasado perjudican ahora a la industria", añadió.

DEHOGA no respondió a la solicitud de DW de manisfesta­rse al respecto. En una entrevista el mes pasado con una revista especializ­ada, Ingrid Hartges, gerente general de DEHOGA, se centró en la necesidad de poner fin a los confinamie­ntos, pero también reconoció la necesidad de mejorar las condicione­s laborales.

"Es más importante que nunca mostrar respeto y aprecio por los empleados", dijo Hartges. "Esto también incluye una remuneraci­ón adecuada. La buena comunicaci­ón y un ambiente de trabajo agradable y de confianza son extremadam­ente importante­s".

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 ??  ?? Sebastian Werner Knight (izqda.) y Jonathan O'Reilly frente a su restaurant­e Crazy Bastard Kitchen en Neukölln, Berlín.
Sebastian Werner Knight (izqda.) y Jonathan O'Reilly frente a su restaurant­e Crazy Bastard Kitchen en Neukölln, Berlín.

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