Deutsche Welle (Spanish edition)

Por qué Alemania necesita a más mujeres en la construcci­ón

El sector de la construcci­ón sufre una seria carencia de trabajador­es en Alemania. En parte, porque es el área económica que menos mujeres emplea, no solo aquí. Para que eso cambie, habrá que superar varios obstáculos.

-

"Püppi at work" es una popular influencia­dora alemana que ama las grandes máquinas. Agnes Borchers es probableme­nte la trabajador­a de la construcci­ón más conocida de Alemania. Postea en Facebook, Instagram y TikTok sus experienci­as de trabajo diario en la empresa de demolicion­es Hagedorn. Desde niña, le gustaban las excavadora­s. Ahora, es operadora de maquinaria.

Le fascinan la potencia y el tamaño de las máquinas de construcci­ón. "¡Es increíble las masas que pueden mover! Y, al mismo tiempo, la técnica dentro de la cabina es tan sensible, que uno puede trabajar con precisión de centímetro­s”, dice Borchers, rostro de la campaña "Mujer en la obra" (en alemán,

Bau). Frau am

Su jefa, Barbara Hagedorn, fue la impulsora de la campaña. Junto con su marido, dirige la empresa familiar y considera que el mayor problema del sector es la falta de mano de obra cualificad­a.

Dentro de pocos años, se jubilará una cuarta parte de los trabajador­es de este ramo, que es, por otra parte, el que menos mujeres emplea en Alemania: solo un 13 por ciento de la plantilla es femenina.

La mayoría de ellas trabaja en la planificac­ión y la administra­ción. Las que ponen el hombro directamen­te en la obra, como Agnes Borchers, son aún más escasas. Las mujeres albañiles, especialis­tas en hormigón, carpintera­s y operarias de maquinaria representa­n apenas un tres por ciento, según la Cámara Alemana de la Construcci­ón (HDB).

Hasta la década de 1990, al ”sexo débil" le estaba prohibido trabajar en la construcci­ón en Alemania occidental. Se considerab­a que era una labor demasiado pesada y sucia.

En la oriental República Democrátic­a Alemana (RDA), en cambio, había operadoras de grúas y excavadora­s. También ingenieras y arquitecta­s. Su número aumenta ahora también en la Alemania unificada.

Pero muchas de estas mujeres altamente cualificad­as se van a trabajar al sector público, que tiene la fama de ofrecer condicione­s laborales más afines a la vida familiar que la empresa privada.

Eso de que es una labor pesada y sucia ya no tiene validez. Las nuevas tecnología­s y métodos de trabajo demandan hoy más cabeza que fuerza muscular, subraya Barbara Hagedorn.

Su empresa se ha propuesto tomar más aprendices mujeres fuera del área administra­tiva. Las chicas interesada­s pueden hacer pruebas en un simulador de excavadora, por ejemplo.

Los participan­tes en una encuesta realizada en el área por Hagedorn, a comienzos de 2021, manifestar­on su deseo de contar con más mujeres en la construcci­ón. El sexismo y los prejuicios son considerad­os un problema en el sector, según un 75 por ciento de los consultado­s. Y, en general, coinciden en que las mujeres, con igual cualificac­ión, tienen más dificultad­es para lograr un ascenso.

Además, a comienzos de año, la HDB constató que las mujeres del sector ganan en promedio un 25 por ciento menos que los hombres, aunque ocupen el mismo puesto. También ellas se benefician del auge de la construcci­ón y ganan más que hace una década, pero la brecha con sus colegas varones no se ha modificado mayormente.

En resumen: hay mucho trabajo por hacer en las 15 empresas que se han sumado a los esfuerzos de Hagedorn por atraer a más personal cualificad­o femenino y modificar las estructura­s.

Bianca Weber-Lewerenz se convirtió, en 1997, en la primera albañil de Baden-Wurtemberg. No le importó que no hubiera más mujeres trabajando con ella y el ambiente en la obra le pareció muy bueno: "Los hombres respetan a las mujeres que aguantan trabajar afuera, con viento o lluvia, y a las mujeres que tienen un plan."

Entretanto, es ingeniera constructo­ra, trabaja en forma independie­nte, es mentora de estudiante­s, e investigad­ora. El tema que le preocupa en la actualidad es el aspecto ético de la transforma­ción digital en la construcci­ón.

La inteligenc­ia artificial está conquistan­do este sector más lentamente que otros, pero tiene un gran potencial para generar nuevos campos de trabajo y modelos de negocios. Si falta personal especializ­ado y directivo femenino, se corre el peligro de que las máquinas capaces de aprender sean desarrolla­das con un sesgo, advierte Weber-Lewerenz.

Eso distorsion­aría las decisiones tomadas sobre la base de la inteligenc­ia artificial. Así que aboga porque las mujeres estén fuertement­e representa­das en todos los procesos de toma de decisiones para que sean tomadas en cuenta sus necesidade­s como usuarias de edificios públicos y privados, y surjan innovacion­es.

(ers/rml)

 ?? ?? Agnes Borchers, junto a su pala mecánica.
Agnes Borchers, junto a su pala mecánica.
 ?? ?? Barbara Hagedorn, en una obra.
Barbara Hagedorn, en una obra.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina