Honduras deja ir triunfo y sigue complicado
Eliminatorias El Salvador le empató al minuto 89... El martes es en el Olímpico
Encarcelada en la presunción de su inocencia, la Bicolor de Jorge Luis Pinto ha resignado gran parte de sus opciones de llegar al hexagonal final cuando un “aleluya” salvadoreño hacia el minuto 89 apagó el volcán de felicidad que Elis y Lozano habían encendido en el equipo de todos...
Cruel y amargo, el fútbol ha dejado enterrado el puñal de la Selecta en cuerpo catracho, que tuvo el 3-1 en manos de Diego Reyes, pero que vio cómo Nelson Bonilla era elegido por el gol para entregar un regalo demasiado caro para la hinchada local, que en buena parte había abandonado el viejo Cuscatlán cuando emergió el gol del empate, que deja más viva a la Azul y Blanco que a la H.
En el campo ya estaba Johnny Leverón, el cambio de la discordia para un entrenador colombiano pusilánime y timorato, enamorado de una ventaja que jamás es concluyente...
La H no lo quiso ganar en el Cusca
Como si fuera una zona liberada, la parte azul del campo del Cuscatlán era aprovechada metro a metro por los endemoniados Nájar, Lozano y Elis, el tridente que Jorge Luis Pinto mandó a picar piedra hasta romper el candado; hacia el minuto 18, el único buen centro de Mario Martínez permitió la enésima equivocación de Carrillo ( salió horrible y chocó con un defensa) y la aparición en escena internacional del hombre sensación del momento: Alberth Elis.
El delantero del Olimpia prácticamente tocó dos veces la pelota (la segunda a puerta vacía) para incendiar el corazón hondureño con un gol sereno, de un definidor viejo.
Muy superior la H, se dejó meter palos en la rueda por el metedor equipo de Ramón Maradiaga, que llegó al empate cuando menos se esperaba. Había avisado Nelson Bonilla con un cabezazo dilapidado de forma increíble al 37, pero al 45+1 Pablo Punyed (el mejor de la ES) recibió de espaldas y definió con un bombazo en espacio corto que le dobló las manos a la inocente reacción de Donis Escober. Justísimo premio para el jugador diferente de la cancha.
Alocados los tiempos, cuando mejor se acomodaba El Salvador, un latigazo de Alberth Elis terminó con la segunda cortesía de Carrillo, esta vez demasiado grosera para estos niveles: con servilleta, tenedor y cuchillo, atento estaba el Choco, el hombre favorito de Pinto, que puso el 2-1 en un momento clave...
En el final, Pinto se las jugó con Leverón y la línea de cinco terminó por matar a la H. En medio de las torres catrachas, Nelson Bonilla dejó claro que el Cusca se respeta. Y que a SPS van por otra final