Las cruces están en el corazón de los que sufren
Condenado a muerte, Jesús quedó en manos de los soldados; reunida la tropa, hicieron burla de él. Llegada la hora, le hicieron cargar la cruz en la que había de morir y salieron camino del Calvario, para allí crucificarlo.
El religioso Juan Carlos Martínez comparó la cruz de Jesús con la misión que cada persona tiene en la vida.
Esa misma misión debe ser cumplida en los distintos ámbitos, tanto familiares como en otras áreas, dijo.
“Jesús con la cruz a cuestas hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota.
La cruz es la heredad de todos los hombres, está expresada en el mismo cuerpo humano, llena y abraza a cada uno de nosotros y nos confía la misma misión de Jesucristo con su cruz, redimir, salvar”, expresó.
“Nos encarga esa misión en el ámbito de nuestra vida personal, en el de nuestra familia y en el de nuestras amistades”, manifestó.
Enfatizó en los distintos flagelos que viven las familias hondureñas, actualmente debido a la desintegración, división y las enfermedades.
“Hay tantas familias resquebrajadas, heridas, divididas, desintegradas o disueltas, tantas familias golpeadas por la enfermedad que está amenazando a muerte y no lo pueden aceptar”, comentó.
También recalcó que muchas familias están siendo muy afectadas por problemas emocionales que no permiten la armonía entre ellas. “Hay tantas familias heridas y golpeadas en el corazón por los problemas no resueltos, por resentimientos amargos, por odio, por torturas interiores, esto es la cruz”, recalcó.
Estos problemas representan una cruz, y estas cruces se ven reflejadas a lo largo de todo el territorio.
“Cada una de esas cruces suben y bajan por nuestras calles en el campo y en la ciudad, en los caminos y en las carreteras y se apretujan ocultas en el corazón de cada uno de los que sufren”, dijo.
Frecuentemente son cruces maldecidas o solamente toleradas, son cr uces que llevan a la desesperación o a la resignación, pero muy pocas sirven para redención y todas son la cruz de Cristo.
El párroco reflexionó sobre la abundante misericordia de Dios para la humanidad.
“En la cruz de Jesucristo, Dios se deja ver como Padre rico en misericordia, Jesús se encarna y personifica esa misericordia sin limites, es la epifanía, la manifestación personal de la misericordia divina, Él mismo es todo misericordia, la misericordia de Dios, la misericordia es la señal que es Él, el enviado de Dios”, concluyó.
“Hay tantas familias heridas, resquebrajadas, divididas, desintegradas o disueltas y hay otras amenazadas por la enfermedad”.
Juan Carlos Martínez
Párroco de la Catedral Jesus dijo que él hará que el yugo sea fácil y la carga también será ligera.