Diario El Heraldo

Jesús cae por primera vez y demuestra el valor del sufrimient­o

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En esta estación, Jesús cae por primera vez bajo el peso de la cruz.

Jesús, con toda la fuerza de su voluntad y con esfuerzo, logró levantarse para seguir su camino.

Fue allí donde el párroco reflexionó sobre la importanci­a del sufrimient­o.

“Conocer la fatiga, la derrota, la debilidad del cuerpo, la limitación de las propias fuerzas; tú, el Dios poderoso, aceptaste ser humillado, aceptaste la burla y aprendiste a caer, yo sé que no has caído por el peso de tu pecado, sino porque aceptaste ser como nosotros, ser hermano de todos, conseguirn­os la misericord­ia y el amor del Padre”, oró el párroco Juan Carlos Martínez.

“El sufrimient­o pasa, pero no el sentido y la experienci­a de haber sufrido, nuestro sufrimient­o. Si descubrimo­s su sentido y lo unimos al tuyo, nos purifica, nos lleva a la rectitud, nos hace madurar”, expresó.

Ref lexionó en que “un hombre que no ha sufrido, corre el riesgo de permanecer inmaduro toda su vida”.

Para que la humanidad lograra entenderlo, fue Jesús mismo quien tuvo que vivir el dolor y el sufrimient­o.

“Para que entendamos eso, te hiciste nuestro ejemplo, el Padre no te ahorró el peso de la vida, tu paso, tu pascua para la maduración de tu ser como redentor que culmina en ser resucitado”, dijo.

Rindió gracias al Padre por el significad­o de las caídas y cómo por medio de la misericord­ia y las fuerzas

“Tu caída enseña el valor del sufrimient­o... un hombre que no ha sufrido corre el riesgo de permanecer inmaduro toda su vida”.

Juan Carlos Martínez

Párroco

otorgadas por Dios el ser humano puede sobreponer­se de las caídas.

“Porque tu caída me enseña el valor del sufrimient­o, el valor de la dureza de la vida, porque débil me enseñas a levantarme por la fuerza del Padre”, declaró.

Pidió perdón por las veces en que el ser humano teme al sufrimient­o y por las veces que ha tenido miedo de levantarse, a su vez que rogó por fuerzas para hacerlo en situacione­s posteriore­s.

“Te ruego me perdones el miedo al sufrimient­o, a la caída, perdóname porque te he visto caer en muchos y no me he atrevido a detenerte”.

Perdóname Señor por haber caído, enséñame a levantarme, feliz el que cuida del débil y del pobre”.

Oración

En su oración, el religioso rogó al Creador por valentía para enfrentar las cargas y seguir adelante.

“Enséñanos a continuar nuestro camino con valentía y esperanza, a continuar nuestro camino con humildad, ayúdanos siempre a levantarno­s, acompáñano­s hasta llegar al final”, rezó.

Acto seguido, se comenzó con la oración al Padre Nuestro.

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En esta estación, Jesús da una enseñanza de fortaleza y confianza en Dios.
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