“Tenemos que ser misericordiosos”
La misericordia que ofreció Simón de Cirenea Jesús en su camino al Calvario, ayudándole con la pesada cruz, es un acto digno de ser imitado en estos tiempos.
“Todos tenemos la oportunidad de llevar el papel de Simón, que difícilmente puede reconocerse cada uno de nosotros en este Simón. El hombre rehúye la cruz, no quisiera tener ni la más leve parte en el sufrimiento. No quiere probar las humillaciones. Y menos compartir las humillaciones ajenas. Por eso descuidamos tanto la ayuda al hermano que sufre”.
“Jesús nos invita a ser misericordiosos con el Padre; esto nos parece imposible porque no cabe en nuestro limitado corazón, el amor infinito del Padre. Su mensaje sobre la misericordia de Dios nos dice: No solo lo que Dios es y lo que siente por los hombres, sino que nos muestra la exigencia de ser como Dios”.
Es en la quinta estación donde Jesús recibió la ayuda de Simón, nos muestra que hay que ser solidarios con nuestro prójimo, hay que ser “misericordiosos con los demás, como Dios es misericordioso con nosotros”. “Si la realidad del hombre hace que inmediatamente surja en Dios una actitud de perdón, lo mismo ha de suceder en el corazón del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, Padre misericordioso”.
“El Cirineo vivió intensamente la misericordia, su corazón se abrió a un hombre maltrecho, pero lleno de bondad y de amor, cuya debilidad llamaba a la misericordia. Simón de Cirene fue la criatura privilegiada que pudo dar su misericordia a su Creador, que tuvo misericordia de Dios”.
“Hoy, nosotros sabemos que el amor y la misericordia que damos a nuestro hermano es amor y misericordia que mostramos al mismo hijo de Dios”.
El sacerdote que presidió el Santo Vía Crucis preguntó: “¿Quién no ha notado a alguien agotado en su cruz junto al camino? Es Jesús camino al Calvario. Se busca hoy también un Cirineo, ¿ quién quiere ayudarle?”.
Luego exhortó a los hondureños indiferentes con el dolor ajeno:
“Cultivemos el amor de la solidaridad especialmente con los más necesitados”.
“Perdónanos Jesús por la cruz que solo tomamos por obligación o por nada, pero sin amor; perdónanos por la cruz que hemos visto y hemos dejado con indiferencia en hombros de los demás, perdónanos por tantos que caminan por la vida sin misericordia, por tantos que caminan sin la ayuda de un Cirineo y enséñanos a llevar su cruz, de todos los hombres que sufren”.
Los hondureños debemos ser solidarios con los demás, ser misericordiosos como lo hizo Simón de Cirene con Jesús camino al Calvario.