Jesús es clavado en la cruz y muestra que hay muchos verdugos
DECIMOPRIMERA ESTACIÓN
y otro a su izquierda, así se cumplió la Escritura, palabra del Señor”.
“La crucifixión fue fruto de un refinamiento de la crueldad del hombre, que había buscado cómo dar muerte despiadada e inventaron el martirio de la cruz”, expresó.
“A causa de la crueldad, del deterioro físico, psicológico y mora que sufría el reo, los judíos veían en esta muerte una maldición, ‘ maldito el que cuelga de un madero’”.
Sin embargo, precisamente este madero ha venido a ser el camino que el Padre ha venido a ofrecernos para que lleguemos al encuentro con Él”, acotó.
“La cruz revela la misericordia del Padre, porque es
Crueldad extrema La crucifixión evidencia la crueldad que ha tenido el hombre para inventar formas de tortura, el refinamiento de la maldad y la evidencia de que en el hogar también hay verdugos de ilusiones.
así que Jesús va hasta la raíz misma del mal, del pecado y de la muerte para destruirlos.
Necesitamos aprender amar de esa manera, darnos hasta la raíz del mal, especialmente del mal que nos viene de las personas que más amamos”, remarcó.
“Muchas veces tomamos el camino contrario, hemos aprendido bien a dar muerte al cuerpo y alma, matamos con las palabras o con el proceder en la vida, matamos de golpe, de frente o por la espalda, con la rapidez del rayo o envenenados cada día, matamos por odio, por rencor, por descuido, por irresponsabilidad, por desprecio, por incomprensión, por indiferencia”, consideró.
Hay muchos verdugos para clavar hoy a Jesucristo, verdugo padre, verdugo madre, verdugo hijo, porque se está matando la paz y la tranquilidad, la armonía y la confianza en el hogar”.
“Se mata en los hijos la felicidad, la seguridad, la ilusión en la vida y hasta la imagen de amor y armonía en la familia que habían aprendido como un tesoro de familia y que ahora es destrozado por sus propios padres, porque se mata lentamente a la esposa con gritos, el desprecio”, finalizó.