Fervor 2016
La fe católica deja una nueva huella en la ciudad de Comayagua. Más de 10,000 personas asistieron a la procesión que enmarca la pasión y muerte de Jesús.
El Santo Vía Crucis inició a las 9:00 de la mañana desde la iglesia San Francisco.
El anda procesional donde se desplazó la imagen del Nazareno fue adornada con cuatro biblias con pasajes de los evangelios de San Mateo y San Marcos.
El obispo de la Diócesis de Comayagua, Roberto Camilleri, en su mensaje previo a la marcha procesional explicó a los presentes el significado del Vía Crucis.
“Hoy mostramos el camino de Jesús a la cruz y todos contemplamos su amor manifestado en su pasión y muerte, ayúdanos a cambiar nuestra vida y la sociedad hondureña”, dijo Camilleri.
El obispo pidió a los fieles practicar la misericordia caporal como ayudar al hambriento, al sediento, al indigente y todo aquel que necesite ayuda del prójimo, y en lo espiritual enseñar al que menos sabe para su crecimiento.
Presencia de niños
Los niños también se robaron las miradas del público ya que participaron de forma activa en la marcha del Viernes Santo, unos vistieron túnicas rojas y cargaron la cruz como hace miles de años lo hizo el Redentor del Mundo, y otros vistieron como romanos. En el recorrido, los asistentes entonaron cánticos que enmarcaban la pasión y muerte de Jesús.
La feligresía pasó sobre preciosas y coloridas alfombras de aserrín, las cuales además causaron admiración entre turistas nacionales y extranjeros.
Unos 50 tapetes de aserrín fueron armados para la procesión, tras varias horas de arduo trabajo.
“Nosotros, como grupo de jóvenes de María, pusimos una imagen de la Virgen de la Piedad con un niño muerto entre sus brazos, ya que quisimos dar un mensaje para pedir un alto a la muerte de los niños en Honduras y el mundo”, dijo María Emilia Bulnes, coordinadora del grupo de artesanos.
Por su parte, la familia Yuja Valle hizo varios mosaicos con las obras de misericordia y en su caso utilizaron además del aserrín, las semillas de café, conchas de tamarindo, mora, flor de jamaica, melón, morro, bellotas, entre otros.
“En Comayagua, la gente hace las alfombras con el corazón y devoción, no por comercio. Se nota en cada detalle y sacrificio que hacen las familias, esto es una maravilla”, dijo Daniela Ortega, visitante.
En horas de la tarde se celebró el Santo Entierro