Los catrachos no dejaron sola a la H en el Cuscatlán
Miles de hondureños llegaron a la capital salvadoreña para alentar a su amada Bicolor
Se jugaba en patio ajeno, pero la feligresía hondureña hacía sentir como en casa a su amada Bicolor.
Desafiando obstáculos y dejándose llevar por lo que dictaban sus corazones, miles de catrachos se hicieron un nudo e hicieron sentir su aliento en el máximo templo futbolero de El Salvador: el Cuscatlán. Para ellos no hubo distancia y valladar que les impidiera demostrar una vez que la H no es muda. “Extraño a mi selección. Hoy ganamos 2-0 con goles de Costly y Choco”, decía apoyado en sus muletas Olman Escobar.
Nájar recibió a su familia
El sentimiento hondureño se resumía en él. Ni la falta de su pierna ni el haber madrugado para trasladarse desde San Miguel (donde radica desde hace 20 años) hasta la capital eran capaz de quitarle el sueño de alentar a su querida Honduras.
Y así como él, enormes cantidades de hondureño se hicieron presentes al coloso de Monserrat para empujar a la expedición dirigida por Jorge Luis Pinto.
Andy Nájar lo vivió en carne propia al recibir la visita de sus familiares. Abuela, primos y demás parientes llegaron al hotel a demostrarle su apoyo con una bandera de Honduras que llevaba plasmado su nombre: “A. Nájar”.
Definitivamente los seleccionados catrachos no estaban solos. “Yo le voy a Honduras”, dijo, tras saludar a los jugadores, el pequeño Sebastián, un sampedrano que mostró su amor por la H, a pesar de que su padre León Eduardo López es salvadoreño.
Se robaron el show...
A eso de las 2:00 PM, buses repletos de hondureños -con la barra incluida- desembarcaban en tierra salvadoreña y engordaban un grupo de por sí ya muy numeroso.
A tres horas del juego, el recinto ya albergaba más catrachos que los propios cuscatlecos y con el pitazo inicial se ratificaba una vez más que la Bicolor no juega sola, aunque esté afuera de su territorio.
El grueso de connacionales fueron ubicados en Preferencia Sur y desde allí se convirtieron en un auténtico pulmón que empujó a la selección catracha. No importó que tan bien o que tan mal iba el partido, ellos estuvieron a muerte con la H