Aumenta plusvalía en Valle por Canal Seco
Aunque el proyecto se inaugura hasta junio de 2017, en municipios como Aramecina ya tiene influencia positiva con la habilitación de algunos tramos y la oportunidad de negocios
Lo escabroso del terreno, la sequía prolongada y la histórica desidia gubernamental han mantenido rezagado el desarrollo de los municipios de Aramecina y Goascorán, ubicados en el departamento de Valle.
Ambos poblados son considerados fantasma, ya que debido a la pérdida de cosechas, la falta de oportunidades de trabajo y la debilitada economía, han influido para que gran parte de la población que residía en dichos sectores huyera a otros departamentos del país y al exterior.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en la última década han emigrado al menos 177 personas originarias de Aramecina y 348 habitantes de Goascorán.
El sacrificio de los compatriotas al dejar sus hogares y aventurarse en otras regiones trajo consigo pequeñas oportunidades al dinamizar la economía de las dos comunidades con el envío de divisas. Y es que si algo caracteriza a los habitantes de dicho lugar es su laboriosidad y el amor que aún guardan por sus poblados.
Esto ha provocado la apertura de pequeñas ferreterías, mercaditos, pulperías y farmacias en lugares donde la pobreza arrecia.
Pese a los esfuerzos ciudadanos y de los gobiernos locales por generar desarrollo en los poblados, las oportunidades aún no llegan.
Oportunidades
Ante tantas carencias, los habitantes de la zona ven en la construcción del Canal Seco, el cual unirá la región norte con el sector sur del país, una oportunidad de hacer notar las bondades y bellezas naturales de sus municipios.
Juana López, gobernadora de Valle, es del criterio que la construcción del Canal Seco es la oportunidad que necesitaba la región para tener su despegue.
“En la zona se producen cual- quier cantidad de productos que son enviados al exterior, por lo que para nosotros era importante contar con una vía de este tipo que dinamizará no solo el tráfico, sino que también abriera una oportunidad al tema turístico”, estimó la funcionaria.
López asegura que pese a que no se ha inaugurado la vía, los efectos positivos en cuanto a la construcción de la carretera ya se están experimentando.
El aumento de la plusvalía de los terrenos aledaños al proyecto se ha incrementado en al menos un 50 por ciento.
“Una manzana que hace un año costaba 50,000 lempiras ahora cuesta el doble y eso ya es palpable, en lo cual podemos visualizar un desarrollo”, declaró la representante del gobierno.
La generación de empleos es otro de los beneficios que, según López, está provocando el proyecto, pues a la fecha se han creado 3,504 plazas, lo que beneficia a 8,350 personas de las comunidades aledañas al proyecto.
“El alquiler de viviendas para que las personas que trabajan con la empresa vivan es otra de las acciones que permite a los dueños de las casas tener otra fuente de ingresos”, dijo la funcionaria.
Para don Aquilino Maldonado, de 75 años, habitante de la aldea Santito, jurisdicción de Aramecina, el hecho que se construya el proyecto cerca de su propiedad lo tiene contento.
“Tenemos las esperanzas puestas en este proyecto, esperamos que no sea solo para el beneficio extranjero, sino que también para nosotros, que somos los que hemos aportado nuestras tierras para que esto suceda”, dijo.
Desarrollo
En el caso particular de Aramecina, el primer municipio de Valle por donde cruza el Canal Seco, el desarrollo de la agricultura es la prioridad.
Rony Fúnez, alcalde de Aramecina, lamentó que desde hace varios años el poblado es víctima de los efectos del cambio climático.
“Cada temporada perdemos más del 80 por ciento de la producción de granos básicos, los cuales son cultivados por los agricultores para consumo local, generando hambruna en algunas de las aldeas más retiradas del municipio”, detalló.
Entre los paliativos impulsados por la corporación municipal de la zona se encuentra enseñar a la población a crear pequeños huertos familiares, los cuales en algunos casos han dejado resultados positivos.
Con la llegada del Canal Seco se espera que la zona se convierta en un área de oportunidades para el cultivo de productos resistentes a las condiciones climáticas.
“Con una carretera en mejor estado sabemos que po-
demos tener mayores facilidades para lograr ampliar la producción, innovando con otro tipo de cultivos que sean adaptados a las condiciones climáticas y tener mayor asistencia gubernamental”, dijo el munícipe.
Anteriormente, acceder al municipio de Aramecina era un reto, ya que la vía de comunicación era de terracería y con una geografía accidentada.
Para salir de la comunidad, los habitantes debían adaptarse a los estrictos horarios de los escasos autobuses que se atrevían a ingresar a la comunidad.
Pese a que los trabajos del Canal aún no se han inaugurado, hay tramos que ya tienen su cobertura de asfalto que se han habilitado y permiten reducir el tiempo de viaje de dos horas a una hora para llegar al municipio desde el desvío de la carretera que conduce a El Amatillo.
Pero no todo es color de rosa para los habitantes y autoridades de Aramecina, ya que en el diseño del proyecto no se contempló que el centro educativo del municipio queda separado del casco urbano.
“El problema consiste en que el Instituto Ángel G. Hernández está ubicado a unos dos kilómetros de distancia del casco urbano y la construcción del Canal Seco deja de un lado al centro educativo,
Roberto Ordóñez, ministro de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), explicó que la habilitación del tramo carretero será inaugurada en el mes de junio del 2017.
“Nosotros estamos terminado en junio del próximo año el tramo que viene desde Comayagua hasta El Amatillo y será una obra que tendrá cuatro carriles y buena parte del tráfico que viene desde la zona norte hasta el sur pasará por este sector”, detalló.
Los tramos II y III del canal contemplan desde El Quebrachal al Puente San Juan 2 y de San Juan a Goascorán, en Valle. El tramo tiene una longitud aproximada de 46.07 kilómetros, donde se tiene previsto construir nueve puentes y siete cajas de concreto.
Desde la Villa de San Antonio en Comayagua hasta Goascorán se contemplan construir unos 100 kilómetros de carretera con una inversión de 382.44 millones de dólares financiados por el BCIE y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES)