Diario El Heraldo

EL TESTIMONIO QUE HUNDIÓ A KEVIN

En su testimonio ante los tribunales, la fiscal daría auxiliador­a Sierra relata la forma en que fueron atacados ella y su esposo por tres hombres el 11 de noviembre de 2014, en el sector de El Chimbo.

- TEGUCIGALP­A

El que me tiene a mí me volvió a decir ‘callate perra, callate’, y me sigue apuntando con la pistola”.

El que me tiene a mí anda de gorra, trigueño claro, los ojos, esos ojos que nunca voy a olvidar”.

Tenía que memorizar todo lo que estaba pasando, que eso es una película de horror”.

El testimonio de María Auxiliador­a Sierra, esposa del malogrado exfiscal Edwin Geovanny Eguigure, fue la prueba clave y fundamenta­l para que los jueces de la Sala II del Tribunal de Sentencia declararan culpable al joven universita­rio Kevin Solórzano, de los delitos de asesinato y tentativa de asesinato.

En su relato Sierra describe el recorrido que hicieron desde su hogar hasta donde ocurrieron los hechos. He aquí el resumen de su testimonio:

“Los hechos ocurrieron el día martes once de noviembre, nosotros salimos de nuestra casa faltando dieciocho a quince minutos antes de las seis de la mañana, ya que estábamos dejando el vehículo familiar casi a un kilómetro de la casa, nos fuimos caminando, recuerdo que caminamos como unos seteciento­s metros de la casa al lugar que ocurrieron los hechos, recuerdo que Geovanny iba adelante con el niño pequeño, yo voy con el otro niño, voy viendo que va jugando el papá con el niño y en eso pasa un carro un Mitsubishi recuerdo yo, del cual se bajó una persona conocida por nosotros, porque esa muchacha trabaja en una de las casas vecinas, de allí pude observar que había tres personas por donde hay unos tanques de agua y como unas graditas y allí estaban esas tres personas, en mi mente yo pensé “qué temprano vienen los trabajador­es del FHIS”, porque están pavimentan­do la calle la gente del FHIS, entonces uno no conoce a todas las personas que están allí en la comunidad y en mi mente yo pensé eso porque faltaban para las seis de la mañana, recuerdo que Geovanny miró que los hombres se acercaron y les dijo “buenos días o buen día o algo así”, yo volví a decir lo mismo porque es la costumbre que se da en esos lugares, y en eso miro que de los tres hombres, dos sacan pistola, dos de ellos y nos dicen “esto es un asalto”, cuando nos manifiesta­n “esto es un asalto” le quitan el niño pequeño de la mano a Geovanny y se lo arrebatan, el niño como puede me agarra a mí del pantalón y el otro niño me dice “mami que pasa” y en eso uno de ellos se viene hacia mí y me pone la pistola, “deciles perra que se vayan, deciles que se vayan, correlos, perra”, pero me está apuntando al mismo tiempo a mí, en ese momento yo solo miré a mis dos hijos, agarré a mi niño me lo solté y le dije “corra papi y le dije al otro corré, corré con el niño”, (el testigo en este momento llora y hace una pausa), pero el hombre se queda conmigo y el otro tiene a Geovanny y yo estoy oyendo cuando él está diciendo “tranquilos hermanos, tranquilo, no se preocupen, yo les doy todo” y me dice a mí “mama, deles todo, mama deles todo”, y yo abrí la cartera, les ofrecí mi reloj y el celular que andaba en mi cartera, pero en eso miro que le dicen que levante las manos, de allí le dicen a él que se dé vuelta, Geovanny se da vuelta y nos quedamos prácticame­nte viendo de frente, el hombre, el que me tiene apuntando a mí, sigue con la pistola y recuerdo que temblaba con la pistola, el que tiene a Geovanny, está detrás de él, pero el tercero caminó más hacia adelante, a ese yo no le vi armas en ningún momento, de repente yo empecé a caminar como para atrás, no sé si de los mismos nervios, recuerdo que Geovanny les dijo “a ella no, a ella no” y en eso miré lo que le hicieron, que se tirara boca abajo, yo sigo todavía parada y estoy viendo a Geovanny a un lado y al hombre al otro lado (el testigo llora en este momento), recuerdo que él se tira al suelo y de repente miro que el hombre se le va encima y se sube encima de Geovanny, de repente miro que el hombre tiene un cuchillo en la mano y agarra el cuchillo y es cuando él se agacha, se sube encima como quien está mon- tándose y agarra el cuchillo y es cuando miro que él da el primer puñalazo en el cuello y es cuando yo empiezo a gritar y les gritó “así no lo hagan, así no, así no”, entonces el que me tiene a mí y me volvió a decir “callate perra, callate”, pero me sigue apuntando con la pistola y yo lo miraba a él pero también estoy viendo lo que le están haciendo a Geovanny, porque no les bastó solo darle una, empezó como con ira a darle, yo solo miré la única acción que él hizo que fue de meter la mano, de allí yo me caí porque yo seguía gritando y yo caí de espaldas (la testigo llora y se queda un rato en silencio), cuando yo caigo de espalda el hombre se saca la pistola y es cuando oigo el primer tiro, ya solo miré que el gordo se quedó allí, de allí volteó a ver al que tengo yo y miro que me tiene la pistola en la cabeza, pero apunta y de repente la pistola no le funcionó, se oye el segundo tiro y oigo un “hey” del tercero que está más adelante, y ellos salen todos corriendo, pero no le funcionó nunca la pistola, porque yo recuerdo que la pistola era una escuadra y recuerdo haber visto cuando él la cerrajea y cae la bala, recuerdo que el muchacho (la testigo manifiesta que no tiene palabras, que no puede decirlo en este momento), el que agarra a Geovanny nunca se me va a olvidar: un joven fornido, más claro, camisa blanca, andaba un chaleco negro, camisa manga corta, el que me tiene a mí anda de gorra, trigueño claro, los ojos, esos ojos que nunca voy a olvidar, son como para abajo, gachos, nariz grande, poco gruesa, andaba barba, pero como cuando los hombres se dejan crecer la barba y cuando me decía “perra callate, perra, callate perra”, todos andaban de jeanes, tenis, yo sabía que en ese momento tenía que memorizar todo lo que estaba pasando, que eso es una película de horror, que pensé que

a mí nunca me iba a pasar, solo sé que los vi a ellos correr por la calle de abajo, pero nosotros decimos abajo que es cuando ya uno va saliendo de la aldea, correr para el lado de la Ermita, y recuerdo haber oído motores de carro. Se le cede la palabra al fiscal del Ministerio Público para que interrogue al testigo protegido “X-1” y en uso de la palabra pregunta: Usted refiere que vio un carro gris, cómo es ese carro. -CONTESTA: Es gris oscuro, tenía los vidrios polarizado­s, recuerdo haber visto al chofer después, porque el señor retrocedió después de que han pasado las cosas y recuerdo que me dijo algo, pero no recuerdo exactament­e qué, como que lo sentía o algo así; ¿por qué mencionó el carro? Porque mi carro fue el que en cierto momento fue el que nos quitó la visibilida­d de ver que los hombres estaban allí, nosotros siempre por el cargo y por lo que uno anda siempre ha sido como más precavido, pero en la zona nunca había pasado algo así, entonces uno camina, es una zona tranquila donde anda la gente corriendo en la mañana, o sea nunca había pasado nada, nosotros decíamos que vivíamos en el lugar ideal para criar a los niños, porque era un lugar súper tranquilo. -PREGUNTA: Cómo es la calle donde se suscitan los hechos. CONTESTA: La calle es sola porque en ese pedacito solo hay una casa que era donde yo les gritaba y les pedía ayuda y más adelante las propiedade­s son bien grandes, entonces las distancias de casas son bien largas; es de material de tierra, tenían el material selecto todavía. -PREGUNTA: Usted refiere que ve a tres personas. -CONTESTA: Sí. -PREGUNTA: Qué sucedió con sus pertenenci­as. -CONTESTA: Nunca nos tocaron las pertenenci­as, nunca, nunca, recuerdo que Geovanny se quería como quitar el reloj en lo que estaba en alto y en eso fue cuando yo ya me fijé que no era un asalto, porque yo también le daba mi teléfono y mi cartera con mi monedero y mi teléfono estaba encima de la cartera, yo la abrí y se la ponía al que me estaba apuntando y ni siquiera me miró la cartera. -PREGUNTA: Cuántas personas la abordan a usted. -CONTESTA: A mí uno. -PREGUNTA: Cuántas personas abordan a Geovanny. -CONTESTA: A Geovanny al principio lo abordan todos, al principio uno a mí y dos a él, pero uno de ellos se va para atrás, por eso yo puedo observar que solo uno de ellos tiene arma, de los que él tiene, y el otro se va caminando más adelante como para estar viendo. -PREGUNTA: Usted refiere que usted se va para atrás. -CONTESTA: Sí, para atrás de donde ellos vienen porque ellos vienen de frente a nosotros, entonces se va para allá. -PREGUNTA: Esa carretera hacía donde se conducía esta tercera persona hacia dónde va a dar. -CONTESTA: Es la salida de El Chimbo, carretera a Valle de Ángeles. -PREGUNTA: Específica­mente esta persona que a usted la agarra, ya nos dio las caracterís­ticas, qué color es la gorra que él tiene. -CONTESTA: Yo recuerdo que es una gorra oscura, él anda camisa manga larga oscura, no sé si era negra o azul marino, eso no lo recuerdo, ninguno de ellos anda pasamontañ­as, si nosotros los hubiéramos visto con pasamontañ­as corremos o algo, pero ninguno de ellos anda tapado y de eso sí estoy bien segura, ni guantes ni nada.PREGUNTA: Esta persona que la agarra a usted ya nos dio las caracterís­ticas de los ojos, qué otra caracterís­ticas de la cara recuerda usted. -CONTESTA: La nariz. -PREGUNTA: Cómo es la nariz. -CONTESTA: Ancha, los ojos los recuerdo muy bien. -PREGUNTA: Los labios cómo son. -CONTESTA: Gruesos, las cejas bien definidas como los mareros, así como se las hacen los mareros, por eso nunca olvido esos ojos con cejas así, son mareros porque a ellos son los únicos que yo he visto con ese tipo de cejas. -PREGUNTA: La estatura de esta persona. -CONTESTA: Un poquito de 1.70 para arriba, porque recuerdo la distancia de él conmigo y es un poquito más alto que usted (fiscal), por la distancia en que yo le estoy viendo los ojos, que yo vengo para atrás. -PREGUNTA: La camisa de esta persona qué color era. -CONTESTA: Oscura, no recuerdo si era negra o azul marina, pero sí era manga larga. -PREGUNTA: La persona que aborda a Geovanny cómo es. -CONTESTA: Es blanco y más fornido, pero más chaparro que el que me aborda a mí. -PREGUNTA: La forma de la cara cómo es, los ojos cómo son. -CONTESTA: Redonda, los ojos normales, tez más clara. -PREGUNTA: Usted refirió que anda un chaleco. -CONTESTA: Sí. -PREGUNTA: La persona que aborda a Geovanny qué armas portaba. -CONTESTA: Al principio yo solo le miro la escuadra, la pistola oscura, no me pregunte porque de repente no sé de dónde él sacó un cuchillo y miro que está encima de Geovanny con el cuchillo, que es cuando yo empiezo a gritar, el cuchillo es amarillo, que fue el que dejó allí en la escena después de que lo mataron. -PREGUNTA: Cuántas veces le intentaron disparar a

usted. -CONTESTA: Yo me caigo, yo recuerdo haber oído el cerrojeo y fue cuando el primer disparo y miro al que me tiene, yo estoy en el piso y en ese momento recuerdo tener la pistola o el hombre apuntándom­e con la pistola ya para abajo, pero no le funciona la pistola, se quedó así porque él todavía hace la acción de disparar y la pistola no funciona y la vuelve cerrajear y de allí viene el segundo disparo y oigo el “hey”. -PREGUNTA: Este segundo disparo fue por parte de la persona que la tenía a usted o por parte de quién. -CONTESTA: No, el mismo que tiene a Geovanny le disparó dos veces. -PREGUNTA: Del tiempo que se suscitaron los hechos al día de hoy, usted ha vuelto a ver a esas personas. -CONTESTA: No, yo no he vuelto a mi casa, pero el muchacho que detuvieron es el muchacho de la gorra que me tuvo a mí. -Se le cede la palabra a la defensa privada para que interrogue al testigo protegido “X-1” y en uso de la palabra pregunta: -PREGUNTA: Usted dijo que al muchacho que detuvieron es el mismo de la gorra. -CONTESTA: Sí. -PREGUNTA: Cuántas veces usted ha visto a esta persona. -CONTESTA: El día de los hechos y el día vi en el periódico que lo tenían a él, pero no quise seguir viéndolo, usted se imaginará, ustedes no saben lo que yo pasé en ese momento y que es una escena que usted nunca va a olvidar, en el momento que lo capturan estamos hablando de que ya tiene casi ocho días, él anda más barba, pero los ojos son los de él. -PREGUNTA: Además de haberlo visto en el periódico lo vio en algún otro medio de comunicaci­ón. -CONTESTA: No, yo no estoy viendo noticias, yo no quiero ver tele, a mí me tienen en otro aspecto. -PREGUNTA: La razón que ellos indican del ataque era un asalto. -CONTESTA: Sí, pero solo uno de ellos habla y dice es un asalto, pero no nos quita nada y yo le estoy dando mi cartera con todo. -PREGUNTA: Cuál de ellos señala ese aspecto de que era un asalto. -CONTESTA: El que dice que es un asalto. -CONTESTA: El que ataca a Geovanny, el que me agarra a mí es el que yo les manifiesto que tiembla con la pistola y que a su vez se tapa con el brazo, se encorvaba a modo de querer taparse la cara al momento que están los niños, que él hace esa acción, cuando me decían “perra, que se vayan perra, que se vayan”, con esas palabras. -PREGUNTA: Usted señaló que dos de esas personas son las que sacaron pistola. -CONTESTA: Sí.- PREGUNTA: Hubo un tercero que no sacó nada. -CONTESTA: No, yo no le miré pistola. -PREGUNTA: Ni cuchillo. -CONTESTA: No. -PREGUNTA: El abogado Geovanny respecto a su ejercicio profesiona­l había recibido alguna situación de amenaza antes. -CONTESTA: No, si no yo le hubiera dicho. -PREGUNTA: Cómo es el vecindario de ustedes, se conocen entre sí ustedes. -CONTESTA: Es lo que le manifiesto, las casas son grandes, nosotros somos de las personas que del trabajo a la casa, teníamos las actividade­s de los niños, entonces uno ya llega cansado, es muy raro los vecinos que yo conozco, tal vez mis vecinos de al lado. -PREGUNTA: En algún momento vio días antes de este ataque la presencia de personas de manera inusual cerca de su casa. -CONTESTA: No, la calle se cerró desde el jueves. -PREGUNTA: Cuando usted da referencia­s de la persona que le apunta a usted con el arma, usted se puso al lado del señor fiscal, dijo que era un poco más alto que él. -CONTESTA: Sí, pero yo ando de tacón, las botas mías son como dice mi hijo, son unos tractorcit­os de mamá. -PREGUNTA: Cuánto más o menos de altura de él respecto del señor fiscal tenía esta persona. -CONTESTA: Un poco más, es más alto, lo que pasa es que yo hago comparacio­nes porque tengo a Geovanny y tengo a esta persona, el más bajo que mi esposo y que mí, pero sí creo que anda en uno setenta y uno o uno setenta y dos por allí, pero sí pasa los uno setenta, es un muchacho trigueño claro. -PREGUNTA: Usted nos puede dar una idea más o menos de cuánto duró este ataque. -CONTESTA: Para mí fue eterno, para mí es como una película, esa misma pregunta se me hizo cuando me tomaron mi primera declaració­n, no puedo dar el tiempo porque yo pensé que era algo que a mí nunca me iba a pasar. -EL SEÑOR JUEZ PREGUNTA: Esa persona que usted dice, que es alto, que se saca las cejas como los mareros, la nariz usted dice que es trigueño claro, que mide uno setenta, qué rol o que papel hizo en la escena que usted describió anteriorme­nte. -CONTESTA: Es uno de los que anda con pistola, es la pistola que yo les manifiesto negra, vieja, es el que se queda conmigo, porque los niños se me pegan a mí los dos y es cuando él me apunta y me dice “que se vayan perra, que se vayan”, pero está refiriéndo­se a los dos niños, después él sigue apuntándom­e, yo suelto los niños y él sigue apuntándom­e. -PREGUNTA: Este es el sujeto que dice usted que cerrajea el arma y no le funciona. -CONTESTA: Sí, es el muchacho de camisa oscura, gorra oscura, es el que me cerrajea a mí esa arma y no le funciona, pero en el segundo disparo escucho yo el “hey” del que está atrás. -PREGUNTA: Al finalizar la escena qué pasó. -CONTESTA: Salen los tres corriendo, pero el que está conmigo es el último en irse corriendo. -PREGUNTA: A qué distancia estaba de usted. -CONTESTA: Como a metro y medio, pero yo estoy en el suelo porque yo me caí

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El universita­rio Solórzano reaccionó sereno pese a la sentencia impuesta por los jueces el miércoles en horas de la noche.
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