una mÁGICa CITA CON LAs TrAdICIONes
DÉJESE LLEVAR POR LA CULTURA, LA HISTORIA Y LA GASTRONOMÍA QUE LE OFRECE ESTE PINTORESCO MUNICIPIO
La mayoría de los turistas prefieren visitar lugares hechos por el hombre.
En ellos siempre habrá arte, arquitectura, gastronomía, música y cultura.
Pero qué tal si se le ocurre explorar sitios más fascinantes, aquellos que, además del talento humano, son moldeados por la propia naturaleza.
Si quiere vivir esa experiencia, basta con fijar como destino principal el encantador municipio de Cantarranas, donde conviven la cultura y el buen sazón.
El viaje hasta este rincón hondureño puede emprenderse a través de tres diferentes vías de acceso: la carretera hacia Talanga, Danlí o Valle de Ángeles. El tramo, de aproximadamente cincuenta minutos, lo siente corto cuando recibe de bienvenida el amable y ejemplar trato que brindan cada uno de sus habitantes.
Coloridos murales que adornan las calles empedradas, antiguos edificios que datan de la época colonial y tres ferias preparadas con el ingenio de sus 16 mil pobladores son únicamente una muestra del vasto atractivo que espera con los brazos abiertos a turistas nacionales y extranjeros.
El pintoresco municipio de Francisco Morazán, que fue fundado en 1666, se caracteriza por conservar intactos el Gran Festival de Comidas Típicas, El Festival de Sabores y Sensaciones y la Feria Municipal, tres eventos que atesoran y vivifican las costumbres de los antepasados.
Cantarranas promete dejarle una huella agradable. Después de recorrer su centro histórico rodeado de edificios coloniales, los visitantes pueden trasladarse hasta el balneario Los Placeres, ubicado en la aldea El Zarzal, a escasos siete kilómetros del municipio.
Este lugar dispone de campo de fútbol, redondel de rodeo, piscinas, minizoológico, pesca deportiva, servicio de restaurante, entre otras atractivas áreas para la diversión.
El costo para ingresar es de L 50.00 por persona.
Por lo tanto, si este fin de semana no tiene planes, pues no dude en visitar Cantarranas, lugar en donde se conjugan la calidez de su gente, la historia y la modernidad