Migrantes, miedo e incertidumbre
Los vientos del “huracán Trump”, como algunos medios han resumido las primeras semanas de gestión del mandatario estadounidense, soplan en contra de las esperanzas de 11 millones de migrantes que llegaron a ese país huyendo de los males, reales o creados, de sus lugares de origen.
Nunca como ahora, el miedo y la incredulidad ante lo que acontece en el país que ha sido un baluarte de valores universales como la solidaridad, la libertad, la verdad y el honor, se habían extendido de forma tan preocupante, traspasando incluso fronteras y transformando certezas en incertidumbre.
Los hondureños indocumentados en Estados Unidos, cuyas remesas son nuestra principal fuente de divisas, atraviesan uno de los peores momentos en ese país al que llegaron buscando un sueño. Muchos, con valentía, se han sumado a las multitudinarias manifestaciones en defensa de los inmigrantes, la tercera y más reciente realizada el domingo en Los Ángeles.
La feroz política antiinmigrante con deportaciones que dejan atrás las prioridades, así como algunas medidas proteccionistas de la anterior administración, no se ha hecho sentir aún con todo su peso en el Triángulo Norte y México, quizá los países que serán más afectados por el jingoísmo de Trump. La alerta roja que enciende esta realidad ha motivado a países como el nuestro a buscar mecanismos para proteger a sus migrantes, mientras las ciudades santuario se rebelan contra la Casa Blanca en un pulso desigual.
Nuestro embajador en Washington ha dicho que no hay que sobredimensionar el impacto observado a la fecha por las deportaciones, que superan los dos mil retornados hasta mediados de febrero, según datos de la Cancillería. Pero en las mismas declaraciones brindadas a EL HERALDO reconoce los efectos que se avecinan si el temido “huracán” toca a nuestros compatriotas, entre ellas disminución de las remesas, más desempleo y hasta mayor inseguridad.
La pregunta es si el gobierno está tomando las medidas para que, de ocurrir, esta avalancha no lo agarre desprevenido