Siafi y ONCAE
Desde hace varios años atrás los organismos de crédito trajeron a Honduras el llamado Sistema de Administración Financiera (Siafi) y la Oficina de Normativa de Compras y Adquisiciones del Estado (ONCAE) para tecnificar y agilizar las operaciones del gobierno, que antes se hacían artesanalmente, o sea, en físico, lo que se prestaba para la corrupción. Sin duda, ambos sistemas representaron un cierto avance en modernidad.
Sin embargo, las máquinas y los sistemas informáticos no son perfectos, fallan, por el simple hecho que son manejados por personas y estas suelen cometer frecuentes errores. Los que operan el Siafi y ONCAE pareciera que no conocen la realidad, que viven en un mundo virtual, porque no se enteran de los enormes problemas que ocasionan, a empleados públicos y a los proveedores del Estado, con algunas de sus disposiciones.
Nadie puede venderle al gobierno si no está registrado en ONCAE, eso no está mal, el problema es la maraña de papeles y trámites que hay que efectuar para registrarse y el tiempo que se tardan
"Sin duda, ambos sistemas representaron un cierto avance en modernidad".
en emitir dicho documento. He conocido varios casos de empresas y personas que pierden de licitar productos o servicios por la lentitud de esa oficina. Es simplemente desesperante. Adicionalmente, en su sitio de Internet se deben publicar las compras o servicios que requieren todas las instituciones gubernamentales, pero encontrarlas en la maraña que ellos han creado es una verdadera hazaña, ya lo he vivido.
El Siafi también tiene aspectos que hay que mejorar en beneficio de los empleados públicos. Los trabajadores de las secretarías de Estado más grandes, como Educación, Salud, Defensa y Seguridad, diariamente tienen problemas, especialmente cuando alguien cambia de trabajo o realiza dos trabajos de consultoría en dos entidades de gobierno, lo cual es permitido por la ley. El problema se agiganta cuando la persona es del interior del país.
Estamos en total acuerdo con los controles, el cumplimiento de la ley y la transparencia del gobierno, pero los excesivos controles o la burocratización de los procesos en lugar de hacernos avanzar nos retroceden