Liga Nacional
Motagua saca empate en El Progreso
En medio del atolladero azul, desde el banco trajo la llave del gol Félix Crisanto para darle un merecido 2-2 a un Ciclón que se terminó llevando un punto sobre la campana ante ese renovado Honduras de El Progreso de Wilmer Cruz. Justiciera igualdad para un Motagua que tuvo en su último cambio al salvador de la noche. Con 2-1 en el tablero y con 86 en el cronómetro, Félix llegó a cerrar el enésimo centro de la noche -esta vez de Omar Elvir- para premiar a un buen Motagua y dar por terminada una historia de muchos matices.
Las buenas pinceladas de fútbol del Azul fueron contrarrestadas con el antídoto de la efectividad de un Catrachito que bajo el mando de Wilmer Cruz ya se había bajado 2-1 a Olimpia el reciente miércoles.
Dos goles en cinco minutos
Si en la previa se podía presagiar a un Ribereño como una tromba, ese pronóstico fue rápidamente desbaratado por el escuadrón de Diego Vázquez. Con Wilmer Crisanto por derecha intentando inquietar la espalda del Carlos Sánchez, y especialmente con Elvir, teniendo retenido a Jorge Cardona, el Mimado fue adueñándose del fútbol. Y el fútbol trajo consigo el grito sagrado.
Si el gran saque de Jonathan Rougier encontraba la cabeza de Rubilio Castillo y si la peinada de Rubilio se asociaba con la zurda de Carlos Discua, el guante del Chino encontraba el cierre de derecha de Erick Andino: 1-0, al 9. El fútbol premiaba al mejor, pero ese premio se miraba replicado a punta de la eficacia del Honduras EP: metió dos de las primeras tres. Más rápido de lo que se apaga una llamarada de tusa, Mango Sánchez firmaba el 1-1 de penal (Santiago Vergara bajó a Mario Acevedo) solo cinco minutos después (14) del gol motagüense y en la jugada siguiente Rougier sacaba el segundo de Fredixon Elvir.
Owen golpea a las Águilas
El Ribereño mostraba credenciales, pero Motagua seguía a lo suyo y volvía a merecer... Tocaba,
insinuaba y coqueteaba con el gol (Elvir la elevó solo), pero se topaba con la segunda cachetada. Si los motagüenses se quedaron reclamando que la pelota salió sobre la banda, Franklin Morales fue el más listo de la clase para concretar entre las piernas de Rougier el pase de Fredixon. El 2-1, a los 35, golpeó la moral de un Motagua que arremetió con ganas hasta encontrar la igualdad. Si Frelys López rozó el tercero del Ribereño, Vergara, Discua, Rubilio y Vega preavisaron el zarpazo de uno de los Crisanto: Félix