InvItado Devaluación y efectos del convenio con el FMI
llegar al 25 por un dólar.
Antes de establecer la banda de deslizamiento, los técnicos del Fondo por años venían recomendando reducir y eficientar el gasto en salarios, tanto en el gobierno central como en las instituciones del resto del sector público, pero por el arraigado chamberismo político (paracaidistas) no se pudo lograr, porque son los activistas que los sacan a las calles con bandera partidarias para influir en las próximas elecciones. Se crearon instituciones para acomodar activistas duplicando y triplicando funciones. Si a lo anterior se agrega lo que el Estado pierde por los actos de corrupción en licitaciones, evasión fiscal y contrabando, solo por citar algunos casos, entonces la situación se vuel- ve más complicada.
Con cifras de Sefin, en el año 2000, el gobierno central gastó en lempiras corrientes 7,943 millones en sueldos y salarios, y en 2016 gastó 39,708 millones, esto es cinco veces más, y los servicios públicos siguen siendo deficientes. No se puede alegar que es porque la población ha crecido, porque sí ha crecido, pero no en la proporción del gasto corriente de la administración pública. La población en 2001 era de 6.1 millones de habitantes y para el año 2017 es de 8.6 millones. Al no lograr reducir el gasto corriente no se podía equilibrar la situación fiscal, no obstante, las reiteradas recomendaciones del Fondo en el sentido de reducir el gasto corriente, por lo que solo quedaba por ejecutar la otra propuesta del Fondo, establecer más impuestos, aumentar las tasas de los servicios públicos, y se aplicó la banda para deencarece valuar el lempira, todo ello para reducir el déficit fiscal y llegar a un arreglo con el Fondo Monetario.
Se logró el arreglo con el FMI, se ha reducido el déficit fiscal, se lograron mejoras en las calificaciones de Moody’s Investors y Standard & Poor’s, pero a cambio de devaluar y afectar fuertemente la capacidad de compra de las familias de la clase media y obrera que cada vez que van al mercado, mayoreo o supermercados, con sus sueldos en lempiras compran cada vez menos, porque la devaluación no solo afecta a los productos importados sino también a los producidos en el país por el efecto multiplicador del impuesto a los combustibles que el transporte de productos nacionales.
En criterio de algunos sectores de la sociedad civil, el Fondo Monetario no debería acordar otro convenio si no hay un fuerte compromiso del gobierno de reducir el gasto corriente drásticamente, suprimiendo organismos y funciones duplicadas o innecesarias para el nivel de ingresos del país y combatir la corrupción a todos los niveles, porque de lo contrario se continuará con la devaluación del lempira y el endeudamiento interno y externo que está llegando a niveles impagables. O la otra alternativa es seguir aumentando impuestos, pero ya tenemos la presión tributaria más alta de Centroamérica, que es del 17% del PIB
El Fondo Monetario no debería acordar otro convenio si no hay un fuerte compromiso del gobierno de reducir el gasto corriente drásticamente”.