Invitado Acaparamiento de humedales en Honduras
son incapaces de aplicar en la realidad el contenido ambientalista de sus discursos o los del mismo Presidente de Honduras.
Existen en el golfo unos cuatro empresarios que se están apoderando de los humedales de casi toda la costa sur… La transnacional española del sr. Jaime Soriano, con la gerencia de su paisano Antonio Cano, camaronera El Faro, en el año 2000, es la primera en violar el decreto 5-99-e de la Declaratoria de Áreas Protegidas (AP) y destruye unas 100 hectáreas del AP y Sitio Ramsar La Berbería, con la “aquiescencia” de los oficiales del Estado, y el respaldo de las fuerzas represivas del gobierno. Con la impunidad del delito consumado queda pendiente de destruir el resto de La Berbería. Cano hace varias maniobras y la denuncia llega al ICF y Mi Ambiente, pero estas faltan a su deber y la camaronera El Faro reincide y se amplía sobre decenas de Has .de La Berbería; esta vez con la complicidad de algunos pescadores y el silencio de la ONG otrora propiciadora de su declaratoria.
El 14 de febrero de 2017 se oficializa la denuncia sobre este ecocidio, pero el ICF y Mi Ambiente callan. El 15 de febrero, el diario EL HERALDO publica con grandes titulares: “La Unión Europea puede restringir el acceso al camarón por tala de manglares”, en dicho artículo se denuncian otros casos de “acaparamiento” de áreas protegidas convertidas en camaroneras, casi de inmediato, el 17 de febrero, Mi Ambiente replica en el EL HERALDO: “Secretaría del Aambiente multaría a productores de camarón que han destruido áreas protegidas”. Al respecto, se advierte que si la multa no va acompañada de la recuperación y restauración del área intervenida, eso se percibe como burla y complicidad.
Para empeorar la situación de la política ambiental oficial, el diario digital Criterio, titula: “Parlamentario Europeo pide fin del acuerdo de asociación Unión Europea-Honduras”, esto se pre- senta en el aniversario del asesinato de la ambientalista Bertha Cáceres (QDDG), y además propone cortar la ayuda bilateral al Estado hondureño, en particular al programa Eurojusticia. Ante esta amenaza se debería de cuidar realmente el ambiente, hacer justicia con las decenas de caídos en la lucha por la conservación de territorios, y proteger a otros ambientalistas expuestos a los instintos asesinos de las empresas extractivistas. De los tres galardonados internacionalmente con el Premio Goldman, por su lucha ambiental en Honduras, uno de ellos salió huyendo del país, otro fue asesinado (Bertha), y solo queda uno. ¿Por cuánto tiempo?
Las instituciones responsables de conservar estos ecosistemas (...) son incapaces de aplicar en la realidad el contenido ambientalista de sus discursos o los del mismo presidente de Honduras”.