La tormenta Stella congeló noreste de EUA
Escuelas en ciudades tuvieron que cerrar. Amtrak suspendió el servicio, al igual que la oficina postal
La tormenta Stella azotó ayer martes con ráfagas de viento gélido, nieve y granizo el noreste de Estados Unidos, las escuelas cerraron y miles de vuelos fueron cancelados.
Nueva York recibió una nevada inferior a lo previsto, pero parecía una ciudad fantasma a apenas una semana del inicio oficial de la primavera, con la visibilidad seriamente reducida y las calles blancas, semidesiertas. Un fuerte granizo seguía cayendo con fuerza en la tarde, golpeando en el rostro a los pocos transeúntes y porteros de edificios que paleaban nieve en las veredas. El Servicio Nacional Meteorológico (SNM) degradó el alerta de tormenta para gran parte de la ciudad a una “advertencia de clima invernal”.
Sin daños mayores
“Lo peor de la tormenta ha pasado”, dijo el alcalde Bill de Blasio a la prensa. “Pero hace frío y está ventoso, urgimos a los neoyorquinos a evitar las calles para que podamos limpiarlas”. Este miércoles, las escuelas reabrirán y la ciudad comenzará a regresar a la normalidad. La nieve y el granizo azotan desde Carolina del Norte hasta Maine, pasando por Nueva York, Nueva Jersey, Filadelfia y el sur de Connecticut. El termómetro marcó -1ºC en Nueva York y las escuelas, los tribunales, la ONU y la mayoría de los museos y comercios están cerrados.
Vuelos suspendidos
Dos aeropuertos de Nueva York, Newark y La Guardia, están casi paralizados, mientras que un 64% de los vuelos fueron anulados en JFK, primera puerta de entrada a Estados Unidos para los pasajeros internacionales.
Más de 7,800 vuelos hacia o provenientes de Estados Unidos fueron anulados entre lunes y miércoles, según el sitio de rastreo FlightAware. El metro está funcionando por ahora, igual que los buses, aunque ambos de manera limitada. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que podrían dejar de funcionar más tarde. “Muchas personas han escuchado y se han quedado en casa y eso es bueno”, dijo Cuomo a periodistas. “La situación en Nueva York no es tan mala como fue anticipada, pero es peor de lo previsto en otras partes del estado”, precisó