Gobernar, pero no por conveniencia
¿Cuál es el país que nos piensan heredar? Cuando se busca el poder se idealiza siempre que van a mejorar las vidas de los pobres, que serán la solución a los múltiples problemas, que ayudados por todos los funcionarios el país caminará por la ruta del progreso y la prosperidad.
¿Todavía los hondureños creemos eso que nos dicen los políticos, cuando en sus campañas se presentan como los redentores que van a salvar al país, cuando regalan esperanzas y el remedio para todos los males, como la corrupción desmedida, la pobreza y el mal gobierno? “Demos al pueblo lo que pide” no es lo mismo que “guiar al pueblo” hacia donde nos están guiando, el gobernar y ejercer el poder debe ser por la voluntad del pueblo y no por capricho o conveniencia.
El político debiera ser la persona que escucha las necesidades de la ciudadanía y responde ante la problemática desarrollando estrategias encaminadas a mejorar la convivencia y estableciendo un clima de paz y tranquilidad, haciendo que las instituciones funcionen y que estén al servicio de las personas, para ello se requiere que las normas sean consensuadas y el presupuesto esté encaminado a proporcionar servicios, salud, educación, seguridad y la aplicación de la justicia, y no en beneficio de sus familias y seguidores.
¿No creen que es suficiente con lo que se debate en las cortes de Estados Unidos y que nos hacen ver como un país con muchas leyes que no se aplican y se permite todo pase?; tal pareciera que la soberanía está empeñada y al servicio de unos pocos; falta probar que algunos que nos representan estuvieron o están al mando de grupos ilícitos como los narcotraficantes y criminales que siembran con sangre su prosperidad y el dolor del pueblo.
Estos nos han mostrado al mundo como un país bárbaro y sin leyes; que en esta lucha se crean monstruos e instituciones para atacarlos y en este devenir muchos son los caídos, siendo en su mayoría los jóvenes las víctimas y si no veamos las muertes de cuatro miembros del FNA que en su deber de combatir la delincuencia ofrendaron su vida para garantizar la nuestra
"Tal pareciera que la soberanía está empeñada y al servicio de unos pocos".