Institucionalidad Planes de gobierno y una propuesta concreta
La verdad es que son pocos a los que un plan seduce. La mayoría vota por emoción. Algunos porque no logran quitar las telarañas de sus cerebros, otros porque están harto conscientes de la distancia entre plan y cumplimiento. En la medida que la ciudadanía exhiba desapego a tomar decisiones basadas en evidencia, o que sea indiferente a llevar estricto y cercano control de los gobernantes, seremos como esos equipos deportivos en los que el entrenador pretende ganar partidos a puro coraje o trampa. Un candidato está poniendo peso al tema de la institucionalidad. Aparentemente sabe de qué habla porque muestra ser consciente de que la institucionalidad significa fortaleza, tanto del Estado de derecho como del tejido social. Está invitando a sus adversarios a dar un primer y fundamental paso a favor de la institucionalidad, esto es, liberar al Tribunal Nacional de Elecciones (TNE) de la injerencia de los partidos políticos. Aplaudamos, tomemos nota de este punto de agenda. No se ponen zorros o tacuacines a cuidar gallinas.
No tardan los faunos en calificar de inútil esta propuesta. Dirán que los hondureños son todos zorros o tacuacines, o sea, corazones palpitantes por un partido político. Pero tal refutación desconoce la diferencia entre el interés por los asuntos públicos (asumir posiciones políticas) y el ser militante de un partido, o es ajena a la noción de conflicto de interés.
A mediados de los noventa, los miembros del TNE acudieron a la Representación de la ONU en busca de apoyo técnico y económico para adquirir un sofisticado equipo electrónico que serviría para transparentar al registro electoral. La ONU trajo especialistas de Argentina y Chile. El veredicto fue que la medida sería poco eficiente. Alto costo y resultado no garantizado. Con tacto diplomático dejaron el mensaje que el problema electoral de Honduras no era tecnológico, era ético. Nada cambiaría si sus principales protagonistas, los partidos políticos, continuaban siendo huérfanos de auténtica convicción democrática. Al final la ONU negó el apoyo económico. De todas maneras, el TNE compró el equipo y, desde entonces, las elecciones de Honduras son las más limpias del mundo (Aplausos, llantos o risas).
Es difícil cambiarle el disco duro a un corrupto, reformatear a un ladrón, especialmente si se creen intocables. La gente precavida opta por no tentar, por no brindar la ocasión para facilitar las artimañas. “Jamás dejo paquetes en mi automóvil” me dijo un amigo. “Mantengo a raya al gato para que no desayune a mi canario” me confesaba una dama. Esto es prevenir. En México, son requisitos para integrar el Tribunal Electoral: (i) No desempeñar ni haber desempeñado cargos directivos en un partido político; (ii) no haber sido candidato a cargo alguno de elección popular en los últimos seis años anteriores a la designación; (iii) no desempeñar ni haber desempeñado cargo de dirección nacional, estatal, distrital o municipal en algún partido político en los seis años inmediatos anteriores a la designación. ¿Qué les parece? En otros países latinoamericanos agregan a la idoneidad moral, el ser abogado, esto porque los tribunales electorales forman parte del Poder Judicial. Supongo que en esos países las escuelas de derecho sí enseñan y practican la ética, al igual que la lógica y las matemáticas
Es difícil cambiarle el disco duro a un corrupto, reformatear a un ladrón, especialmente si se creen intocables”.