InvItada Y juraron respetar la Constitución...
Creíamos que eso había quedado atrás, y cómo nos equivocamos. La obsesión, el capricho y la complacencia de diversos sectores han permitido que algunos gobernantes del siglo XXI se resistan a dejar la mina de oro gubernamental y han usado todas las triquiñuelas legales y no legales para querer perpetuarse en el poder. Y el resultado ha sido siempre el descontento popular. Otro factor que los ha influenciado y calentado la cabeza es la situación política de países vecinos y otros no tan cercanos, cuyos gobernantes han sabido engañar a sus gobernados para que se les permitiera continuar haciendo fiesta de los recursos públicos. Ay Dios, si la envidia fuera tiña, todos seríamos tiñosos. Como decíamos al principio, el dichoso tema tiene viejas raíces, solo hagamos un breve recuento de nuestra triste historia reeleccionista… Encabezando la lista tenemos a Francisco Ferrera (18411844) reelecto en 1847, pero ante la difícil situación política del país y al no contar con el apoyo sincero de sus más cercanos, decide renunciar al cargo presidencial. Ferrera murió en El Salvador en 1851. Juan Nepomuceno Lindo (1847-1852) buscó la reelección en 1856 y falleció al siguiente año. José Santos Guardiola asume para su primer período en 1856-1859 y su segundo mandato inicia en 1860 hasta 1862 cuando fue asesinado. José María Medina desempeñó tres mandatos y buscaba un cuarto período (1862 a 1865; 1866 a 1869; 1870 a 1874 y nuevamente en 1876), pero por sus múltiples actividades revolucionarias, Medina fue acusado, juzgado y condenado a muerte. La orden se ejecutó el 8 de febrero de 1878. Marma co Aurelio Soto jura para su primer período en 1876-1880 y busca un segundo período a partir de 1881 a 1885, pero se vio obligado a renunciar en 1883. Luis Bográn comenzó el primer mandato en 18831887 y el segundo sería de 1887 a 1891 pero falleció el 9 de julio de 1885. Ponciano Leiva de 1873 a 1875, el 30 de noviembre de 1891 asume para un nuevo mandato presidencial que finalizaría en 1893. Sin embargo, obligado por las circunstancias, entrega la presidencia y así evitar una revuelta popular. Manuel Bonilla Chirinos inició en 1903-1907 y asume nuevamente en 1912, pero muere el 21 de marzo de 1913. Rafael López Gutiérrez toma posesión del cargo en 1920 hasta 1924, pero casi al terminar su período disuelve todos los poderes y se procla- reelecto para un nuevo período, pero el destino ya tenía marcado su fin y muere el 1 de febrero de ese año. Tiburcio Carías Andino asumió y se quedó en el poder durante 16 años (1933-1949). Mediante Decreto No. 1 del 6 de diciembre de 1954, Julio Lozano Díaz se proclama jefe de Estado, asume todos los poderes del Estado y mediante una Asamblea Nacional constituyente “reorganiza el gobierno”. Manuel Zelaya (2006-2009) quiso lo mismo y no lo dejaron, y ahora nuevamente Honduras está siendo amenazada con otra oleada reeleccionista. Ya a los primeros la historia los juzgó, condenó y ejecutó .... ahora, ¿qué nos queda por hacer?, y todos ofrecían lo mismo: alternabilidad del poder, paz, seguridad, salud y educación, el cielo y las estrellas…
La obsesión, el capricho y la complacencia de diversos sectores han permitido que algunos gobernantes del siglo XXI se resistan a dejar la mina de oro gubernamental”.