Así se restaura un libro viejo y dañado
El libro que se muestra en la gráfica es un claro ejemplo de contaminación por hongos. Martha recomienda dar limpieza continua a los libros y a los lugares en donde se almacenan. Los hongos son peligrosos para las personas.
Una vez examinado el texto, se procede a hacer un diagnóstico general de las “heridas” que pueda tener. El proceso se debe hacer con cada hoja que contenga el documento. Se necesita mucha paciencia para hacerlo.
Con un pedazo de papel secante, la restauradora hace una prueba para comprobar si puede ser o no lavado. De igual manera, cada hoja de los libros deben ser examinada de manera detallada y paciente.