Diario El Heraldo

ENEE dio contrato de 100 millones a empresa vinculada a Los Cachiros

Conexiones En la licitación para construir el complejo participar­on tres empresas relacionad­as entre sí. Aunque Inrimar no ganó la adjudicaci­ón del proyecto, este fue adjudicado al apoderado legal de Devis Rivera

- TEGUCIGALP­A

documentos en lo que parece fue una licitación dirigida, la ENEE entregó un contrato de casi cien millones de lempiras A una compakía uinculada con los cachiros para la construcci­ón de uiuiendas en el proyecto PATUCA III. en el proceso solo participar­on tres empresas, las tres con nexos con los hermanos riuera naradiaga: en la primera, inrimar, eran los duekos, en la segunda la dueka es una socia de inrimar y en la tercera aparece como dueko su apoderado legal. roberto nartínez lozano asegura que todo se hizo “legalmente”.

En mayo de 2011, el entonces gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Roberto Martínez Lozano, invitó a varias empresas a participar en una licitación para la construcci­ón de un complejo habitacion­al en el proyecto hidroeléct­rico Patuca III.

Parecía ser un proceso transparen­te. Lo sospechoso del caso es que solo participar­on tres empresas oferentes y lo más raro es que las tres tenían, de una u otra manera, un vínculo en común.

Efectivame­nte, las tres tenían conexión con los hermanos Rivera Maradiaga, miembros y cabecillas de la banda del narcotráfi­co Los Chachiros. Entre 2010 y 2014, millonario­s contratos fueron firmados con diferentes institucio­nes del Estado. La finalidad era lavar el dinero provenient­e del narcotráfi­co, según lo reveló el mismo cabecilla de Los Cachiros, Devis Leonel Rivera, durante un juicio en Estados Unidos.

Uno de los contratos que fueron adjudicado­s a vínculos de Los Cachiros fue el de la construcci­ón de viviendas en el proyecto de la represa hidroeléct­rica Patuca III en Olancho.

En mayo de 2011, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), a través de la Unidad Especial de Proyectos Públicos de Energía Renovable (UEPER), invitó a Devis Leonel Rivera Maradiaga ,como presidente del Consejo Administra­tivo de la Inmobiliar­ia Rivera Maradiaga (Inrimar), a presentar oferta para la construcci­ón de unidades de viviendas para el campamento de Patuca III.

Esta invitación se hizo mediante el oficio número GG0393-A-2011. Un mes más tarde Los Cachiros presentaro­n la propuesta para la adjudicaci­ón del proyecto. Junto a ellos dos empresas más.

También presentaro­n propuesta las empresas Arquitectu­ra, Diseño y Construcci­ón (Arqdicos) e Inversione­s Acrópolis.

La oferta de Inrimar fue por más 117.6 millones de mientras que la de Arqdico fue por 109.9 millones de lempiras.

La propuesta ganadora fue la de Acrópolis, que llegó a 98.1 millones de lempiras. En julio de 2011, la ENEE notificó a Devis Leonel Rivera Maradiaga que decidieron adjudicarl­e la construcci­ón del proyecto a Inversione­s Acró- polis, “en virtud de ser la empresa que presentó la oferta más convenient­e a nuestros intereses”, señala el oficio GG0555-A-2011 de la ENEE.

Conexiones

Curiosamen­te las tres empresas que participar­on en la adjudicaci­ón de este proyecto están relacionad­as entre sí.

La empresa Inrimar era propiedad de Los Cachiros. Según la cédula de constituci­ón, esta empresa fue inscrita el 3 de junio de 2009 en el bufete del abogado Francisco Arturo Mejía.

Fue suscrita bajo sociedad anónima de capital variable, con la finalidad principal de la compravent­a, construcci­ón, comerciali­zación y arrendamie­nto de todo tipo de bienes inmuebles, tales como complejos inmobiliar­ios, viviendas, apartament­os y bodegas, entre otros.

Devis Leonel Rivera Maradiaga suscribió el 50.2 por ciento de las acciones. Mientras que la señora Nohelia Mercedes Pacheco suscribió el 49.8 por ciento.

Inrimar se estableció con un capital mínimo de un millón de lempiras y cinco millolempi­ras,

nes de lempiras como capital máximo, dividido en dos mil acciones comunes nomitativa­s de mil lempiras.

El 11 de junio de 2009, Rivera y Pacheco otorgaron poder general de administra­ción al abogado Mejía.

Extrañamen­te, las empresas que participar­on están relacionad­as. La empresa Arqdico es propiedad de la socia de Devis Leonel, la señora Nohelia Mercedes Pacheco, y su hermana Irza Fane Pacheco.

Y más curioso aún: la empresa que ganó el proyecto de licitación para la construcci­ón de la vivienda en Patuca III desde septiembre de 2011 es propiedad de Francisco Arturo Mejía, quien fue el abogado que constituyó la empresa Inrimar, propiedad de Los Cachiros. El proceso aparenteme­nte fue legal y se siguieron todos los pasos, pero las conexiones están allí.

Para adjudicar este proyecto, la ENEE nombró un comité evaluador cuyo papel era analizar, evaluar y recomendar so- bre las tres ofertas presentada­s en el proceso de contrataci­ón.

Este equipo estaba integrad por Carlos Díaz, director ejecutivo de la UEPER, Francisco Sánchez, subdirecto­r de la UEPER, Renán Maldonado, director de licitacion­es de la ENEE, Leila Oyuela, ejecutiva especial de proyectos, y Ricardo Enrique Padilla, ingeniero de diseños y supervisió­n.

Aunque la adjudicaci­ón del proyecto fue otorgada de manera legal, el equipo de análisis no reparó en que las tres empresas participan­tes estaban conectadas entre sí.

Campamento­s

El proyecto Patuca III está provisto de un campamento donde habitan todas las personas que trabajan en el mismo.

El campamento comprende tres áreas. Una de ellas son las viviendas para 150 chinos contratado­s por la empresa Sinohydro, donde tienen sus barracas, las habitacion­es, área de administra­ción y área deportiva, entre otras.

Una segunda área comprende el campamento donde residen todos los empleados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y en tercer lugar está el campamento militar, que son los elementos que se van a encargar de dar seguridad al proyecto hidroeléct­rico Patuca III.

En el caso del campamento para los empleados de la ENEE, son 55 viviendas, seis barracas, una clínica, una escuela, un edificio de administra­ción, una iglesia, un edificio de usos múltiples, un taller, piscina, área deportiva, parqueos y gasolinera.

En la zona de viviendas ejecutivas hay en total doce casas, tres gerenciale­s y 40 para técnicos. También existen tanques para el abastecimi­ento de agua potable.

En la zona de gerencia para los empleados de la ENEE residen en este momento diez personas. Mientras que las 40 casas para los técnicos están ocupadas.

Cada una de las residencia­s está provista de dos habitacion­es, sala y cocina, al igual que un área de lavandería y jardinería.

Mientras que en el campamento militar se tienen tres barracas tipo H, una clínica, un almacén, una lavandería, gimnasio, cocina, comedor, club de tropa, club de oficiales, gasolinera, iglesia y comandanci­a. Actualment­e el campamento militar está ocupado por 50 uniformado­s, pero dentro de poco tiempo se va a instalar un batallón en la zona que será el encargado de dar seguridad en el proyecto.

Mientras que en otro sector se construyer­on las viviendas que son ocupadas por los 150 empleados de China continenta­l, entre ellos los ejecutivos y el personal de mano de obra calificada.

Eso significa que el campamento está compuesto por el área china, el área de la ENEE y el área militar. El ingreso al campamento es restringid­o por seguridad de los chinos y de los hondureños que habitan en la zona

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El campamento fue construido durante 2011 y 2012, cuando el presidente de la República era Porfirio Lobo Sosa y el gerente de la ENEE era Roberto Martínez Lozano.
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Gerente de lA ENEE Roberto Martínez Lozano
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Proyecto habitacion­al

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