Matan a dos conductores de mototaxis
Los victimarios llegaron hasta la aldea ubicada en la Villa de San Antonio, Comayagua, a bordo de un vehículo. Hasta ayer, las autoridades desconocían las características del automotor en el que se transportaban los sicarios
Dos hombres fueron ultimados a disparos la mañana de ayer en un sector de la aldea Las Flores, jurisdicción del municipio de la Villa de San Antonio, en el departamento de Comayagua.
Según la información en poder la autoridades, los fallecidos se dirigían a pescar en el momento que fueron interceptados por varios sujetos fuertemente armados, a inmediaciones de un aserradero de madera de esa localidad.
Al ser interrumpido su paso, los facinerosos que se conducían en un vehículo desenfundaron sus armas y sin mediar palabras con sus víctimas dispararon hasta quitarles la vida.
Los ahora occisos respondían a los nombres de Edwin Omar Acosta Euceda, de 39 años, y Víctor Manuel del Cid Lezama, de 33 años, este último conocido en el lugar con el apodo de “Pólvora”.
Ambos residían en el barrio Asunción de María, de la aldea Las Flores y ayer habían decidido ir a pescar a un lugar cercano, el cual no fue especificado, ya que tenían el día libre en la empresa que trabajaban.
Eran trabajadores
Se conoció que los dos hombres laboraban para la empresa Ingeniería Agrícola y Ganadera S. A. (IAGSA), ubicada en el valle de Comayagua, la cual se especializa en la producción y exportación de hortalizas y otros alimentos de origen agrícola.
Los amigos y compañeros de trabajo estaban llegando a una pulpería cuando fueron atacados frente a varios transeúntes que pasaban por una de las calles de tierra de Las Flores.
Los victimarios, de quienes se desconoce su identidad, huyeron rápidamente del lugar sin que hubiera alguna autoridad policial o militar que les diera persecución.
Los llevaron sin autorización
Los familiares tras enterarse de lo ocurrido con Edwin Acosta y Víctor del Cid corrieron hasta la escena del crimen para constatar dicha información.
Tal y como sucede en mu- chos lugares del interior del país, los parientes de los dos trabajadores sin mucho protocolo levantaron los cadáveres y se los llevaron para sus viviendas sin que se diera un levantamiento legal por parte de las autoridades.
Sin embargo, unas horas después, cuando los cuerpos ya eran velados en sus respectivas casas del barrio Asunción de María, autoridades policiales y de Medicina Forense de la ciudad de Comayagua levantaron las pesquisas del caso.
De igual manera hubo un análisis de la escena por parte de elementos de inspecciones oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en el lugar del doble crimen.
Posterior a la inspección de los cadáveres, realizada al interior de las casas, los cuerpos fueron entregados oficialmente a sus familias, para continuar con el velatorio.
Las dos familias manifestaron desconocer las causas del ataque que le cegó la vida a los dos hombres, ya que ellos se dedicaban a su trabajo en la agricultura y no andaban en cuestiones reñidas con la ley