Mueren dos obreros soterrados en la capital
Percance laboral cuando jornaleros cavaban un túnel para aguas negras
Las ganas de dos trabajadores de la construcción de salir adelante y de luchar por su familia fueron truncadas por un alud de tierra mientras construían un túnel para la conducción de aguas negras cerca de la colonia Víctor F. Ardón de la capital.
Eran las 3:00 de la tarde de ayer cuando un grupo de trabajadores que terminaban de cavar en una zona en la que irá la tubería fueron sorprendidos por una avalancha de tierra que los cubrió por completo.
En segundos, la histeria se apoderó de los demás compañeros de labores, quienes con palas y otros instrumentos trataron de sacar a los soterrados.
La cantidad de tierra que cubrió los cuerpos de los obreros era demasiada, sin embargo, comenzó un frenesí entre los demás trabajadores por intentar liberar a sus colegas.
En cuestión de segundos
Las víctimas mortales del accidente fueron identificadas como José Leónidas Zúniga, de 25 años, y Emilio Hernández, de 49 años.
Uno de los supervisores de la obra de construcción recordó, “estábamos trabajando bien, pero la misma humedad (de la tierra) tenía (provocó un) hueco y en cuestión de segundos se vino abajo todo”.
“Habíamos tomado todas las medidas de precaución, todos andaban con sus cascos y la parte difícil ya se había hecho, pero la desgracia estaba por delante”, lamentó el supervisor.
Según las estimaciones de los propios compañeros, tanto José Leónidas como Emilio quedaron soterrados bajo cuatro metros de tierra. “Solo un milagro de Dios podrá saleran varlos”, expresó el jefe de los dos obreros mientras los muchachos hacían esfuerzos en contra del tiempo para salvar la vida de sus compañeros.
Los minutos transcurrían y la desesperación aumentaba entre los presentes ya que ninguno de los dos hombres asomaba a pesar de la cantidad de tierra que sacaban.
Socorristas del Cuerpo de Bomberos que llegaron en auxilio de los malogrados, y los demás empleados de la compañía constructora, reforzaron el terreno para que el desbordamiento no continuara, y así evitar una tragedia mayor.
La labor de extracción de tierra iba demasiado lenta y fue necesario utilizar una máquina excavadora.
Por fin pudieron sacarlos
Después de una hora y treinta minutos, la dura tarea dio frutos y el primer cuerpo salió a la luz, las noticias no
alentadoras.
La humanidad de Emilio fue extraída ante la presencia de decenas de curiosos, pero ya sin ningún signo de vida y la tristeza invadió a todos sus compañeros.
Alrededor de 10 minutos después el otro cuerpo fue sacado de las profundidades, pero el resultado fue similar. José Leónidas y Emilio habían perecido en el trágico accidente mientras trataban de ganarse la vida como obreros de la construcción. Los dos tenían cuatro meses de trabajar para la compañía subarrendada por la municipalidad del Distrito Central