Migró a la capital en busca de un mejor futuro para sus hijos
Motivada por el amor a sus siete hijos y las ganas de salir adelante, a finales de los años ochenta decidió dejar las vicisitudes vividas en su natal Langue, en el departamento de Valle, para buscar un futuro mejor en la capital de Honduras.
María Elena Osorio partió junto a cinco de sus hijos y uno que cargaba en su vien- tre con destino a la gran ciudad, donde les esperaban un sinnúmero de obstáculos y nuevas experiencias.
Para ese entonces, la protagonista de esta historia apenas había cumplido sus 33 años.
“Yo quería educar a mis hijos y sabía que en el pueblo no iba a poder hacerlo. Llegué a Tegucigalpa y vine a vivir a la colonia Las Palmas, vivíamos en un cuartito, todos mis siete hijos y yo; pagaba 40 lempiras de alquiler al mes, comentó.“Lo más difícil cuando llegamos era no tener dónde refugiarnos, pero una amiga que yo tenía me apoyó bastante”, rememoró.
Mi primera hija se graduó de maestra, otra es licenciada en trabajo social, dos más son enfermeras, una es ingeniera en negocios, otro es bachiller y el último está estudiando mercadotecnia. Después de ardua lucha, las cosas comenzaron a mejorar, junto a su actual esposo emprendieron un negocio de venta de comida a inicios de los años noventa en la popular colonia Kennedy