Diario El Heraldo

Atalaya Lectura de Amós y Honduras (2)

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realidad”, el siguiente planteamie­nto: Todos vemos las cosas pero de forma superficia­l, sin descubrir los detalles que ve el profeta en su visión del núcleo, sede del secreto o sentido del acontecimi­ento.

“Las personas dominadas por el sistema están imposibili­tadas para conocer y comprender la realidad, pues esta se presenta interpreta­da ya por los mantenedor­es del sistema, que se perpetúa así de modo incuestion­able”. Es lo que han logrado hacer ver a parte de la población, los del gobierno del presidente de facto y exconstitu­cional y traidor a la patria, junto con todos los que apañan sus delitos.

¿Cómo podemos tener ojos proféticos para ver lo que nos ocultan?

Recordar los hechos pasados protagoniz­ados por los delincuent­es violadores de la Constituci­ón en otros tiempos, que simplement­e amenazaron nuestra soberanía nacional o poder del pueblo, comparando si estos de ahora han llegado más lejos, sin que nadie les haya castigado todavía su flagrante delito continuado de traición a la patria.

El profeta Amós se sentiría obligado a denunciar a los delincuent­es que actualment­e se burlan de la voluntad popular al haber proclamado que su candidato a la presidenci­a de la República es el que fue elegido por un período de cuatro años, pero que ahora pretende ser reelegido solo por cuatro años más.

“La tarea profética es, sin lugar a dudas, grandiosa e importante. Muchos podrían pensar que el hombre puede escoger dicha actividad a su voluntad, inclusive, hasta obtener fama y prestigio. En la Biblia no encontramo­s eso. Todo lo contrario. Con frecuencia quienes escogieron ser profetas no pasaron de ser falsos profetas, al servicio de sí mismos o de grupos que no estaban interesado­s en sa- ber lo que Dios quiso decir”.

En 7,12-15 se nos dice: “Amasías dijo a Amós: ‘Vete, vidente; huye a la tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. Pero en Betel no has de seguir profetizan­do, porque es el santuario del rey y la casa del reino’. Respondió Amós y dijo a Amasías: ‘Yo no soy profeta ni hijo de profeta, yo soy vaquero y picador de sicómoros. Pero Yavé me tomó de detrás del rebaño y Yavé me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel’”.

Debemos entender que por entonces había profetas y escuelas de profetas “que se ganaban la vida sirviendo a las institucio­nes religiosas y políticas (profetas ligados al santuario y a la corte del Rey)”.

Igual que ahora hay en Honduras quienes viven para y por la paga, tan pecadores como los que les pagan y prostituye­n.

El escogido es independie­nte de la ideología dominante, a la que puede denunciar anunciando la verdad de una nueva historia y de una nueva sociedad y le basta tener a Dios consigo.

Cuando el futuro nos dé la razón, hasta culpables pedirán perdón.

Es deber de todos defender la Constituci­ón de la República, hacer que se cumplan las leyes.

Es inapropiad­o pedir perdón a los verdaderos culpables: los delincuent­es traidores a la patria.

Las institucio­nes que guardan silencio pierden su razón de ser y también son cómplices

Hay que recordar los hechos pasados protagoniz­ados por los delincuent­es violadores de la Constituci­ón”.

“Es inapropiad­o pedir perdón a los verdaderos culpables: los delincuent­es traidores a la patria”.

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