Marco jurídico de la nueva Policía
La cámara legislativa tiene varios meses de estar aprobando todo el marco jurídico que regirá las relaciones de la nueva Policía que se está estructurando y sus relaciones con el Estado y la sociedad. Se trata de un proceso de cambio que comenzó a gestarse a raíz de una serie de revelaciones sobre la implicación de miembros de la escala básica, media y de la cúpula policial con el crimen común y organizado. La corrupción policial alcanzó tal nivel que había entre ellos agentes al servicio del narcotráfico y cometiendo labores de sicariato, por mencionar algunos casos que sumieron a la población en la total indefensión ante quienes estaban llamados a protegerla.
Aunque el Estado había hecho esfuerzos por sanear a la institución, es hasta que entra en escena la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional que vemos una labor eficiente, con casi cuatro mil depurados en once meses de gestión.
La nueva Ley Orgánica de la Policía Nacional, de la que ya se han aprobado 130 de 133 artículos, estipula los requerimientos para ingresar a cualquiera de los centros de formación, el proceso disciplinario, faltas y sanciones, bienestar social y la aplicación de las pruebas de confianza. Además, regula a las empresas de seguridad privadas.
Mientras que la Ley de la Carrera Policial contempla pruebas de suficiencia física, así como exámenes de eficiencia en el cumplimiento del deber, evaluaciones de conocimiento y médicas, de manera que los nuevos policías tengan las capacidades integrales para brindar el servicio que la ciudadanía necesita y merece.
Sin embargo, hay que destacar que cualquier ley será insuficiente si no hay un cambio de actitud en las nuevas generaciones de policías para ganarse la confianza de la sociedad. Asimismo, las leyes no tendrán los efectos buscados sin la eficiencia y eficacia en los controles y supervisiones para su cumplimiento.
Mientras tanto, la depuración en la institución policial debe continuar porque bien sabemos que aún hay elementos que no merecen el uniforme que llevan