Sinaí Fonseca, la maestra de la sala de pediatría del Santa Teresa comayagua HoNDuRaS
La docente ha convertido un pasillo en un aula donde los niños internos continúan su proceso de aprendizaje
Cada día los niños de la sala de pediatría del Hospital Santa Teresa reciben una visita que los hace abandonar las camillas con una sonrisa para trasladarse al pasillo donde comenzarán su aventura de aprender a través de juegos y libros.
Esa mano amiga que los niños han encontrado en medio de su dolor e incomodidad por estar hospitalizados, se llama Sinaí Fonseca, una joven que está por culminar la licenciatura en Pedagogía y Ciencias de la Educación con enfoque en proyectos educativos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Su presencia desde hace siete semanas ha cambiado el estado emocional de los pequeños pacientes que ingresan con diferentes afecciones de salud y lesiones, quienes deben pasan semanas y hasta meses en recuperación.
Fonseca llegó al hospital para realizar su práctica profesional con un proyecto novedoso denominado Aula Hospitalaria.
El programa consiste en continuar con la enseñanza de educación básica a los niños que permanecen internos en el hospital, con el fin que al regresar a sus centros educativos no tengan un retraso en su formación académica, en comparación al resto de sus compañeros de clases.
Además, el método permite que los pacientes puedan socializar y cambiar su estado emocional.
“Se ponen a colorear con crayolas, témperas, hacen manualidades, observan videos educativos, lo que provoca que los niños interactúen, dejando por un momento la tristeza de estar hospitalizados, ya que en las camillas no socializan con nadie y en las mesas se ponen a platicar haciendo actividades”, declaró Fonseca.
El aula
La maestra permanece de 2:00 de la tarde a las 8:00 de la noche y lo primero que hace al llegar al hospital es colocar dos mesas de plástico, varias sillas en el pasillo, una computadora portátil y varios materiales educativos.
Después de instalar sus implementos ingresa a la sala de pediatría para invitar a los pequeños pacientes a unirse al aula hospitalaria que acaba de improvisar.
A diario la docente educa entre cinco a siete niños a través de distintos recursos didácticos. Pero, en tres semanas culminará su trabajo social, su deseo es continuar con el programa, por lo que pide apoyo gobierno para construir un aula