Llegan a pedir agua y matan a tres personas en casa de Lepaterique
Dos personas que se transportaban en una motocicleta protagonizaron una masacre en la comunidad de El Carrizal la noche del jueves
Eran las 8:00 de la noche del jueves cuando dos sujetos desconocidos que se hicieron pasar como personas sedientas en una casa acribillaron a los tres residentes del hogar en la comunidad de El Carrizal, Lepaterique, Francisco Morazán.
En el hecho criminal perdieron la vida de forma inmediata María Edita López, de 44 años, y su hijo Jorge Leonel Martínez López, de 15 años de edad.
Mientras que Rodolfo López López, de 54 años, hermano de Edita y tío de Jorge, resultó gravemente herido, por lo que al intentar salvarle la vida falleció cuando era ingresado a la sala de emergencias del Hospital Escuela Universitario (HEU).
Preparaba novenario
José Andrés López, hermano de los dos adultos asesinados, comentó que su hermana Edita llegó a invitarlo a una misa para celebrar los seis meses de muerte de su esposo Seferino Martínez Ramos, pues fue asesinado en el interior de una unidad de transporte en el sector de Bella Vista de Comayagüela, hecho que fue presenciado por uno de sus hijos el pasado 7 de enero.
“Mi hermana llegó a mi casa como a las 6:00 de la tarde pues andaba dando vueltas para oficiar el novenario de misas de seis meses de la muerte de su esposo, pero luego se fue para su casa”, comentó el acongojado hermano de dos de las víctimas y tío de la otra.
“Antes de llegar a la casa, mi hermana pasó por la casa de mi hermano comprando varias cosas, entre ellas un pan, y luego se fue y al llegar a la casa la asesinaron”, detalló José Andrés López.
Dos hombres desconocidos que se transportaban en una motocicleta le pidieron agua, pues le aseguraron que iban para Comayagua y que los había dejado el bus.
Además, los criminales le dijeron a la mujer que también tenían mucha hambre.
De inmediato doña Edita le dijo a uno de sus hijos que les llevara agua a los dos hombres.
Mientras ella les ofrecía dos panes de los que minutos antes había comprado, los hechores empezaron a disparar las armas de grueso calibre y le quitaron la vida al instante a la mujer y al menor.
También atacaron a don Rodolfo, que quedó con vida, pero debido a que los disparos le provocaron daños en órganos vitales, expiró antes de ingresar al primer centro asistencial del país.
“No comprendemos por qué les quitaron la vida, porque eran personas que no tenían problemas con nadie”, dijo don José Andrés López, mientras esperaba en la morgue de Medicina Forense que le entregaran los cadáveres de sus tres familiares