Caída del precio de la leche no ayuda al consumidor
Sobreproducción del lácteo en el mercado afecta al productor y al consumidor
Los bajos precios de la leche es un problema recurrente durante la época de invierno en Honduras.
La producción diaria se dispara de 1.8 a 2.4 millones de litros de la temporada baja -verano- a la alta -invierno-. El exceso de leche provoca una fuerte competencia en el sector productor y, por ende, las favorecidas son las plantas artesanales al pagar entre 5 y 10 lempiras por litro.
De los 900 millones de litros de leche que se producen al año en el país, el 72.2%, equivalente a 650 millones de litros, son consumidos por el sector artesanal.
Apenas el 27.8%, o sea 250 millones de litros, son comprados por la industria formal, quien a partir de este mes pagará 12 lempiras por la leche tipo A y 11 lempiras por la B.
De acuerdo con un informe de la Federación Nacional de Ganaderos y Agricultores de Honduras (Fenagh), las plantas artesanales pagan entre 10 y 10.50 lempiras por litro de leche en la temporada baja, ya que en varias regiones del país se experimentan fuertes caídas en la producción por la escasez de lluvias.
Es en el departamento de Olancho donde el precio de ese producto es más bajo en la época de invierno, al cotizarse entre 5 y 6 lempiras por litro de leche.
Pedro Panchame, ganadero de Catacamas, explicó a EL HERALDO que la situación que atraviesa el sector lechero es crítico por la falta de mercado para la producción.
Agregó que el tiene una producción de 1,750 litros de leche, pero solo 750 son compradas por un proveedor, los restantes 1,000 tiene que venderlas a cinco lempiras el litro para cubrir los costos de producción.
Manifestó que igual situación viven decenas de productores de leche en Olancho.
La estrategia
Ante los bajos precios, el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, ha instruido a las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE) buscar soluciones para mejorar los precios de la leche fluida.
Para abordar el tema se constituido la Mesa de la Leche, que es una instancia con participación de los sectores públicos y privados.
Para Edgardo Leiva, director ejecutivo de la Cámara Hondureña de la Leche (Cahle), en la Mesa de la Leche se están analizando una serie de temas para mejorar las condiciones del sector productor.
Entre los temas que se abordan mencionó la co- mercialización, la compra de excedentes, el precio mínimo de compra y la creación de un fondo para capacitar a los proveedores de la industria. Se conoció que el precio mínimo puede ser de 8.50 lempiras por litro.
También se trabaja en una iniciativa que será presentado al gobierno para impulsar el vaso de leche.
Agregó que hay avances, sobre todo en la necesidad de crear una política de precio mínimo. Uno de los resultados se ha comenzado a ver reflejado a partir de este mes al lograr la industria formal con los productores un acuerdo de incrementar entre 40 y 60 centavos por litro de leche tipo A y B.
Asimismo se acordó crear un fondo de compensación y apoyar a los productores para que tengan sus fincas trazadas, ya que con esta iniciativa se busca que el productor cuenta con herramientas de evaluación para conocer el desempeño en producción.
Leiva dejó claro que la Mesa de la Leche tiene representación de la industria formal, las plantas artesanales, los productores y el gobierno.
Subrayó que la iniciativa cuenta con el respaldo de cada uno de los sectores involucrados en la cadena de la leche, ya que el interés es apoyar a los productores y a plantas artesanales.
Regularización
Este es uno de los temas más importantes que se analiza en la Mesa de la Leche.
El objetivo es que los productores cuenten con una certificación de sus fincas. Lo anterior les permitirá mejorar la calidad de la leche y, por ende, las plantas artesanales se verán obligadas a pagar un mejor precio por litro.
Un informe de la Fenagh y de la Secretaría y Agricultura y Ganadería (SAG) indica que el país hay 472 plantas que elaboran los derivados de la leche, de las que apenas 18 están certificadas, entre formales y artesanales. Las restantes 454 plantas deben ser certificadas para que puedan exportar sus productos