Urbanización de la leishmaniasis
La leishmaniasis cutánea es una enfermedad común en zonas selváticas de Honduras. Uno de los arqueólogos, estudiando la “ciudad blanca” en La Mosquitia, la contrajo. Es causada por un parásito transmitido por una mosca pequeñita del género Lutzomya. Las lesiones que produce en la cara, la nariz, las orejas, el cuello, los brazos y las piernas no se curan con antibióticos y causan deformaciones. En Dulce Nombre de Culmí, Olancho, le llaman el “grano malo”. Ha habido reportes de la enfermedad en varias partes de Honduras, como en algunos municipios de Santa Bárbara, en Santa Cruz de Yojoa y recientemente en Villanueva, Cortés. Se está acercando a San Pedro Sula y es posible que la enfermedad se está urbanizando, aunque los reportes de Villanueva eran que las lesiones aparecían en los cortadores de café. Un estudio realizado en Dulce Nombre de Culmí en 2011-2012, patrocinado por la Clínica El Buen Pastor y la compañía Johnson y Johnson, mostró que la enfermedad se presentaba en todas las edades, pero primordialmente en niños y jóvenes, tanto en mujeres como en varones, y era más frecuente en los hogares rodeados de vegetación abundante con árboles de hoja ancha. Se descubrió además que circulaban dos especies del parásito, la L. braziliensis y L. panamensis, siendo la enfermedad igualmente agresiva. No hay hasta el momento un tratamiento satisfactorio y al alcance de los pobres, pero la Secretaría de Salud tiene disponible un compuesto de sales de antimonio en forma inyectable. Hay reportes de la urbanización de esta enfermedad procedentes de Brasil y Colombia y lo que se recomienda a las personas que viajan a zonas donde es prevalente esta enfermedad es que se apliquen un repelente en las partes descubiertas del cuerpo como la cara, el cuello, las orejas, los brazos y las piernas. Igualmente se recomienda el uso de mosquiteros para dormir Manuel Figueroa Sarmiento CIUDADANO