Diario El Heraldo

Octavio Carvajal: Narcoplani­llas

La DEA y el Departamen­to de Justicia de Estados Unidos tienen una ristra de nombres de políticos catrachos. Saltan hermanos y primos de influyente­s

- Octavio Carvajal

Una agraciada joven puja por un puesto en el Congreso Nacional. Los gringos están enterados de que a su prole le fascina el bajo mundo, pero nadie la para. Tiene una cara preciosa, pero atrás de ella están toneladas de droga. N o resulta sorpresa, pero sí es inaceptabl­e y una pena que tras nombrarse tres “filtros” para detectar dinero sucio en la política, los mandos electorero­s dejaron la vía libre, por ineptos o cómplices, a nuevos y viejos candidatos a cargos de elección popular ligados al narcotráfi­co, según confesó el cachiro Devis Leonel Rivera Maradiaga ante la jueza Lorna Schofield.

Decir sus nombres está por demás en un país donde la mayoría de la población votante se queja de los parásitos que tenemos para ocupar curules y alcaldías, pero en sus estrados los abrazan y piquean a sabiendas de sus oscuros pasos. Quienes riñen de puercos a ciertos alcaldes y legislativ­os del gobernante Partido Nacional también están hasta el gorro.

Quemón

Nadie se salva del ojo inquisidor. A un diputado liberal por Olancho lo salpicó el jefe cachiro de los Rivera Maradiaga. Lo señaló de ser tentáculo de su cartel de bandidos entre ese vasto departamen­to y el litoral atlántico. Ya lleva dos periodos en el Congreso y en noviembre próximo luchará por una tercera oportunida­d. ¡Un capo legislando!

La DEA y el Departamen­to de Justicia de Estados Unidos tienen ristra de nombres de políticos catrachos. Saltan hermanos y primos de influyente­s hombres y de peligrosos narcos que aún siguen prófugos, pero dominan sectores públicos. Una joven de unos 32 años del mundo de la cocaína peleará un sillón para los comicios de noviembre. ¡Eres tú!

En la lista figura un pa- lancón cuyo suplente es un hombrón de 1.50 metros de estatura que se atonta cuando entona narcocorri­dos. Este pequeño gigante del crimen organizado pone cara de tonto, pero es liebre. Maneja el mercado entre San Esteban, Olancho y zonas estratégic­as de Colón. No hay kilo que se pierda en el camino para su ambición política.

Kilos

Bueno, al final de cuentas, los alijos van para que salgan los dos. Si el propietari­o no puede ir a “sesión” del parlamento, su vicario lo auxiliará. Ahí anda la pareja para arriba y para abajo pidiendo el voto. Será difícil que no salga pues va casi de primera en la planilla gracias al hermanito y a los favores que deben pagar desde la butaca.

Aunque muchos sectores no lo crean, los kilos de cocaína siguen teniendo su fruto y su impacto. Hace unos años vimos a uno de ellos amenazando a miembros del “Tribunal Electoral” de que lo metieran de diputado “por las malas o por las malas”. El muchacho no salía, pero está en el hemiciclo. Suerte de “dios” que el saber poco te importa.

No revelaremo­s su nombre, pero es muy amigo de un periodista que siempre cae parado con todos los gobiernos. También intimó con varios “héroes” que están de paseo por Nueva York y con la

familia Rivera Maradiaga. ¿Te acuerdas cuando volabas en el helicópter­o de aquel banquero que te enseñó a blanquear dinero del narcotráfi­co?

Pizza

El elenco también lo engrosan tres parleros y un alcalde de un mismo partido que van por la reelección. La identidad de otros está en el escritorio de Schofield y se presume que volarán, pero después de las votaciones. Por el occidente modelan al menos cinco candidatos a diputados que pegaron tremendas parrandead­as con Los Valle.

Uno de estos galanes anda con bajo perfil, ya no visita lugares públicos y su cabello parece puro apagado. Otro está medio cusco y lucha porque su lavandero se bautice edil de su ciudad natal. Si no pega bien los botones que aliste el lomo y la ficha. Los tiros del bajo mundo no fallan y, si se salva, tal vez le llevan su pizza preferida a Estados Unidos. De todos es sabido que nadie es culpable mientras no sea vencido en juicio, pero cuando el río suena piedras trae y los cantos del canto del cachiro en Nueva York no creemos que sean mentira, en primer lugar porque ya no tiene nada que perder. Desde su encierro se le incautó todo en Honduras y pronto oirá su condena por tráfico de drogas hacia el norte. Según Devis Leonel, en tres de los partidos en pelea tiene socios. Buen parte va de diputados o alcaldes, por primera vez o por la reelección y nadie indaga, ni se apartan ni los quitan. Por experienci­a propia, un candidato presidenci­al les aconsejó zocar el trasero

 ??  ?? “De todos es sabido que nadie es culpable mientras no sea vencido en juicio, pero cuando el río suena piedras trae”.
“De todos es sabido que nadie es culpable mientras no sea vencido en juicio, pero cuando el río suena piedras trae”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras