Buena cosecha de frijoles
En 2017 Honduras exportará medio millón de quintales de frijoles rojos a varios países, entre ellos Estados Unidos, donde hay un importante mercado nostálgico para este grano con alto contenido de vitaminas, hierro y minerales.
Atrás va quedando la crisis de 2014, cuando la producción deficitaria más la salida ilegal de frijoles por puntos ciegos, principalmente a El Salvador, provocó la especulación y el encarecimiento de este componente básico de la dieta del hondureño que alcanzó precios estratosféricos.
Para este año, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) prevé una cifra récord de tres millones de quintales, 500,000 más que los 2.5 millones que son necesarios para suplir el consumo interno, lo que garantiza también estabilidad en el precio, además de la seguridad alimentaria.
Las zonas productoras de frijol se concentran en diez departamentos, siendo cinco los principales, en orden de mayor a menor: Olancho, El Paraíso, Comayagua, Yoro y Atlántida. La buena producción de este año permite al país también mantener la autosostenibilidad alcanzada el año anterior gracias a que se estableció un precio de garantía de mil lempiras por quintal, y prescindir de las importaciones, como la de 2014, cuando se anunció la compra de frijoles a Etiopía, la que nunca llegó.
El panorama favorable no debe hacernos olvidar los factores de riesgo a que está expuesta la cosecha de frijol, que es junto con el maíz un producto de consumo básico. El cambio climático, cuyo impacto ha provocado graves pérdidas y por ende efectos negativos en los hogares y el país, es uno de ellos. Así como la falta de financiamiento de la banca que prima el consumismo por sobre un sector que es elemental para impulsar la economía nacional. De allí la importancia de mejorar la tecnología en el campo y adoptar una política crediticia para incentivar la producción en el agro. La exoneración del 15 por ciento de impuestos es un gran paso, pero debe ir acompañada de una estrategia más integral. Porque hasta la fecha solo hemos logrado vivir del recuerdo de que alguna vez fuimos el granero de Centroamérica