Diario El Heraldo

Policía de Tránsito: llamarada de tusa

- Octavio Carvajal Periodista www.elheraldo.hn

Llamarada de tusa han resultado los operativos de la Policía de Tránsito, cuyo director nacional, subcomisio­nado Leonel Sauceda, alardeó en días pasados. En las motos van dos y hasta tres personas, sus conductore­s se atraviesan por donde sea, mientras choferes de taxis, de buses y de carros particular­es se pasan la ley vial por el arco del triunfo.

Sauceda debe consumar y hacer valer los estatutos de Tránsito en todo momento. Montar shows está demás en un país como el nuestro donde no se nos quita lo inculto ni así saquemos doctorados en las mejores universida­des del mundo. Vemos mucha voluntad y dedicación del comisionad­o policial, pero sus subalterno­s se están haciendo los idos.

Como decimos popularmen­te, el penco es penco en cualquier parte y si nadie castiga severament­e a “choferes” de todo tipo de carros, sean de taxis, buses, microbuses o de furgones, la ley será y seguirá siendo papel sanitario. Tras entrar en vigencia el código para motociclis­tas, Sauceda montó sendos operativos para sancionar sus ilegalidad­es.

Empero, las acciones fueron llamarada de tusa. Pilotos de motos son reales suicidas. Así también actúan ruleteros, motoristas de rapiditos y mototaxis que endiosados y rudos topan calles y medianas. Tienen las aceras de parqueos. Son abusivos igual que miles de hondureños que viven desordenad­os y estúpidos, irrespetan­do ambulancia­s y hospitales.

Estamos en una tierra de nadie. No hay acato al policía ni este se lo gana. El agente no controla el caos. Aquí es un “éxito” que el motociclis­ta lleve “dos pasajeros” sin casco y nadie lo multa. El taxista clava pasajeros hasta en el baúl y merece un “premio”. Las “estaciones” las implantan ellos y no las alcaldías.

Imputan multas severas y brincamos. Decimos que son “groseras”. Jamás aceptamos nuestros colmos. El exceso de alcohol, de drogas y de velocidad ha dejado luto y dolor en sinfín de hogares. Víctimas inocentes de la violación y del perdón. No mimen por influjos políticos o bancarios. El policía vial es para increpar infractore­s y no para ser padrino del delito

"Leonel Sauceda, cumpla con su labor. Deje huella. Olvídese de modelar frente las cámaras".

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