Viviendas y apartamentos impulsan la construcción
La construcción de apartamentos muestra un caída “temporal”, pero será la nueva tendencia inmobiliaria
La construcción residencial marca el buen momento de la industria de la construcción con un aumento del 15%.
A pesar de la construcción de edificios de apartamentos, es la construcción de viviendas la que gana el pulso con un crecimiento del 31% en relación con el 2016.
Los edificios de apartamentos que crecieron más de 100 por ciento en 2016 cerraron el primer trimestre con una caída del 40%.
Pero, ¿cuáles son las bases del crecimiento de viviendas?
Los proyectos de “vivienda social” con aporte estatal están dando frutos en cuatro ciudades del país: San Pedro Sula, Villanueva, Choloma y Tegucigalpa.
“A final del 2017 van a ser 12,000 viviendas las que se habrán construido bajo ese esquema”, dice Silvio Larios, director de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico). La mayoría de los proyectos se ejecutan en las zonas de San Pedro Sula y Choloma, donde el sector maquila y desarrolladores privados impulsan entre seis y siete proyectos de vivienda con precios promedio de 500,000 lempiras la unidad.
“No son suficientes, deberían de ser arriba de las 40 o 45,000 viviendas para poder compensar el déficit que tenemos actualmente”, dijo Larios.
“Y eso es bueno, porque el tema de vivienda social se está retomando después de varias décadas de abandono del sector y se está poniendo orden porque habían muchos sectores trabajando y cada quien poniendo sus pautas”, apuntó.
El aporte estatal en subsidio puede alcanzar los 103,000 lempiras, lo que permite acceder a una vivienda, dice el empresario.
Apartamentos
Sin embargo, estima que la construcción de la vivienda vertical seguirá creciendo en el país. Aunque las cifras son bajas este año, los empresarios y directivos del sector coinciden en que continuará creciendo a un ritmo de un 10 a 12%, como ha sido en los últimos cinco años.
Larios dijo que hasta hace algunos años estos sistemas de vivienda muy poco les gusta a los hondureños por “cuestiones culturales”, pero que eso ha comenzado a cambiar.
Explicó que es un sector que se ha visto impulsado con la aprobación de la Ley de Condominios, que da seguridad jurídica a los propietarios de estas viviendas, en su mayoría de la clase media y media alta, ya que por ahora no hay proyectos de este tipo en el área de la vivienda social.
El alto valor de la tierra, la inseguridad ciudadana y las comodidades que ofrecen estas edificaciones son tres de las razones por las cuales los clientes se decantan por estas nuevas unidades habitacionales.
Las edificaciones -muchas de las cuales se erigen en zonas de alta plusvalía de Tegucigalpa y San Pedro
Sula- aportan líneas de modernismo arquitectónico a las dos ciudades más grandes y pobladas del país.
En colonias de clase media como Miraflores, Las Colinas, Alameda y El Trapiche, por ejemplo, se construyen edificios de tres, cuatro y hasta cinco pisos con apartamentos, en este caso para alquiler.
El presidente de la Cámara Nacional de Bienes Raíces, Marcos Saavedra, dijo a D&N que la tendencia de las construcciones verticales se está imponiendo por varios factores, entre los que destaca el costo de la tierra, que obliga a un mejor aprovechamiento de la misma y la inseguridad.
Las edificaciones verticales ofrecen otros factores que les vuelven interesantes, principalmente a las parejas jóvenes, como la modernidad arquitectónica, las zonas de construcción (de alta plusvalía), las áreas sociales y sus zonas de estacionamientos.
“En Tegucigalpa ha sido más rápida la aceptación porque se vieron más obligados por razones de seguridad, de parqueo y de comodidad de la gente; en San Pedro Sula hay más tierra y estamos más acostumbrados a vivir en casas individuales, pero por cuestiones de seguridad se está aceptando ese concepto, recuerde que son prácticamente circuitos cerrados”, explicó. Estas son inversiones millonarias. Solo en San Pedro Sula hay actualmente en construcción casi una quincena de torres habitacionales y de negocios, entre las que destacan el proyecto residencial Igvanas Tara Eco Apartments, de 118.50 metros de altura. Esta obra contará con 35 pisos, 99 apartamentos de dos y tres habitaciones y un penthouse. También está Penta Condominios, una torre residencial de 12 pisos que se construye en el barrio Río de Piedras, y las dos torres del Grupo Panorama en la colonia Rancho El Coco, en las faldas de la cordillera de El Merendón. Según el BCH, Tegucigalpa y San Pedro Sula fueron en 2016 las dos ciudades del país en las que se ejecutaron la mayor cantidad de obras, con una leve recuperación en La Ceiba
Entre 400,000 y 600,000 vale una vivienda social El bloque de concreto (80%) es el material más usado en el país