Que todos vivamos libres de amenazas
Cada día se pierden vidas valiosas a consecuencia de la violencia y la criminalidad, con un alto nivel de saña, y los niños, jóvenes y mujeres de zonas marginadas de las ciudades son los más afectadas, donde conviven o hacen parte de grupos juveniles como las maras y pandillas que siembran el miedo y el dolor en las familias y que en muchos barrios han llegado al colmo de que den plazos para que abandonen sus casas que con esfuerzo y ahorro las han comprado. No es posible que continuemos a merced de los criminales que se están convirtiendo en la autoridad que decide sobre las horas de entrada y salida de los barrios, y lo más grave aun, de las vidas de las personas.
En las actuales circunstancias las autoridades de Seguridad deben recuperar los territorios y establecer acciones de control y disuasión del delito, además de restituir las relaciones con las organizaciones e instituciones comunitarias y juntas desarrollar estrategias encaminadas conocer la realidad y a desarrollar acciones destinadas a mejorar la convivencia.
La ciudadanía debe estar consciente de que si no fortalece las organizaciones y los lazos comunitarios es presa fácil de cualquier grupo criminal que se instale en las muchas casas que están abandonas, a la venta o en arrendamiento, porque ni siquiera les solicitan una constancia de trabajo que demuestre al menos si tienen la capacidad para pagar una renta.
Deseamos que las personas puedan vivir libre de amenazas, gozar plenamente y ejercer integralmente
"Deseamos que las personas puedan vivir libres de amenazas y ejercer integralmente sus derechos".
sus derechos y libertades individuales, esto requiere un esfuerzo del gobierno y la demanda de la ciudadanía para que se comprometan a concentrar esfuerzos e inversión para mejorar la seguridad ciudadana y aunar esfuerzos con las corporaciones municipales para que destinen recursos en programas de prevención de la violencia para la atención de las víctimas y los victimarios. Sí es posible, estos son algunos que se han desarrollado en varios municipios: las unidades de mediación de conflictos, facilitadores judiciales, casas refugio y prevención de la violencia en los centros educativos, entre otros