Risas, llanto y color entre tablas y telones
Cada vez son más los jóvenes que incursionan en el mundo del teatro, un arte que requiere de apoyo.
El 21 de agosto comienza el Festival Nacional de Arte Dramático
Voces, cantos, gritos, zapateos, sarcasmos y hasta llantos se pueden escuchar al ingresar a la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD). Esto es solamente parte de los ensayos que realizan a diario los alumnos de la institución dedicada a formar actores y actrices en el país. Al comenzar sus estudios, los futuros artistas tienen muchos retos que enfrentar y sueños por cumplir.
Grandes esfuerzos, dedicación, memorizar largos textos y diálogos, compenetrarse en el personaje a representar, vencer la timidez y el pánico escénico son de las principales misiones que deben realizar.
Sin embargo, la escuela no solo brinda clases a los adolescentes o adultos, sino también a los niños que desean incursionar en el mundo del arte.
La ENAD funciona desde hace 41 años, se fundó en 1976 y en ella se han formado cientos de artistas que ahora se dedican a formar a nuevos talentos.
Los estudiantes también aprenden a elaborar títeres y máscaras para luego desarrollar una obra teatral.
En la primera promoción de la ENAD se graduaron un total de 13 teatristas, en 1978. Desde ese entonces, la institución ha graduado 26 promociones, equivalentes a 141 nuevos artistas.
Para este año se tiene previsto que 20 alumnos egresen de la escuela.
Actualmente, la institución cuenta con nueve maestros y tiene 83 alumnos matriculados. Desde enero de este año opera en la colonia San Ángel de la capital, frente a la Iglesia Católica Nuestra Señora de los Ángeles.
Arduos ensayos
En una de las aulas estaban dos jóvenes, ambos de 25 años, discutiendo en un tono muy elevado... Era una de las escenas de la obra que están montando para interpretarla ante el público.
La obra se llama “Los irreverentes”, de Claudio Gotbeter, del género comedia negra de lo absurdo.
La pieza artística contiene conflictos, romance y cuestionamientos filosóficos con una gran trama y un mensaje de reflexión sobre la vida y el ambiente.
Solo los dos chicos llevarán a cabo la obra, cuyos personajes son Roa e Iberio.
El personaje de Roa es interpretado por Vera Guillén, una joven que iba en el cuarto año de medicina pero descubrió que su verdadera pasión era ser actriz de teatro.
La joven aseguró que recibió varias críticas de su familia porque no estaban de acuerdo con que dejara la ciencia por el arte.
Cristian Roque, quien interpreta a Iberio, trabaja en el área de computación, pero cambió los teclados y el mouse por las tablas y el telón. Esta obra será presen- tada el próximo 28 de agosto en el marco del Festival Nacional de Arte Dramático.
Ambos estudiantes están cursando su último año y también dan clases a niños.
En otra aula estaban cinco jóvenes ensayando para representar otra obra teatral.
Los alumnos estaban siendo dirigidos por su maestra Laura Yanes, quien es egresada de la misma escuela.
Los cinco jóvenes le darán vida a la obra llamada “La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón”, de Federico García Lorca.
Esta obra es para niños y también será presentada en el festival.
Docentes
“La escuela tie- ne un ambiente muy familiar, estamos divirtiéndonos, compartiendo, jugando todo el tiempo”, afirmó Yanes.
Agregó que antes de entrar a la escuela no era muy sociable y recalcó que el teatro le salvó la vida.
En el patio de la escuela estaba la docente pintando unas sillas y unas mesas, las cuales se utilizaron para la escenografía de la obra teatral “Marcha atrás”.
“El teatro para los niños es sumamente importante porque no solo les ayuda en el área artística y creativa, sino también
en las otras áreas intelectuales como matemáticas y las ciencias, el arte les ayuda mucho”, afirmó Carollinne Álvarez, docente de la ENAD.
Dificultades
El director de la ENAD, José Luis Recinos, expresó que necesitan más apoyo financiero para el desarrollo del arte. Explicó que no cuentan con presupuesto para la producción y el montaje de las obras, por lo que tienen que realizar actividades para reunir fondos.
El montaje en escena de cada obra oscila en los 25,000 lempiras.
El presupuesto que el gobierno destina para la ENAD es solo para pagar los sueldos de los docentes, por lo que los alumnos deben autogestionar fondos para su vestuario, la utilería y la escenografía.
“No contamos con ningún tipo de presupuesto para la producción de espectáculos, todo lo que se produce en la escuela es a través de la misma autogestión de los estudiantes y profesores”, lamentó Recinos.
La escuela brinda tres tipos de modalidades de talleres, uno regular de lunes a viernes y otros dos los fines de semana, que son los más concurridos.
Recinos manifestó que se buscará implementar un programa para la apertura de un bachillerato técnico profesional en arte dramático