¡Luis Zelaya es un petulante!

“¡Luis Zelaya es un petulante!”, exclamó un reconocido médico forense de mi generación, excompañero del Instituto San Francisco y que al parecer educó a sus hijas en el mismo colegio que las hijas de Luis. Agregó que el entonces rector de Unitec jamás les dirigió ni siquiera la mirada, mucho menos un saludo cordial a los padres de familia de ese instituto y al parecer su señora esposa tiene igual “petulancia”. No es la primera vez que me hacen ese tipo de comentario. Otro me reclamó y me dijo: “Y si vos sos cachureco Dennis, ¿por qué apoyás a un colorado?”. Yo le respondí: “Lo apoyo porque Luis es mi amigo de infancia, mirábamos Plaza Sésamo juntos, y más que vecinos crecimos como hermanos y sé que tiene madera para ser un buen presidente”. El Luis que yo conozco no es “petulante”, es una persona que no fin- ge el afecto, “no es hipócrita”, pero reconozco que es novato en política y a la vez “la revelación política del momento”, quizás no ha asimilado que es una figura pública o su aspiración lo ha mareado un poco como a cualquier mortal. En lo personal, aun siendo nacionalista como lo he sido siempre, votaré por él en noviembre y por los diputados de mi partido. ¿Cómo no voy a apoyar a un amigo al que no tengo nada que reclamarle? Como anécdota les comparto que hace años Luis “me bajó una novia”… y no me enojé con él, cuando le pregunté a la cipota (Elly Chavarría) ¿Por qué me dejas por Luis si él tiene ocho años y yo 11? Ella me respondió: “porque Luis es más bonito”, me sacó la lengua y se fue corriendo, eso sí me molestó pues a nadie le gusta que le saquen la lengua… Y le grité mientras movía sus trenzas “infanticidas”. Si Luis Zelaya a alguien le parece “petulante” que le saque la lengua. Así de sencillo. Dennis Espinal CiudAdAno