InvItado Partidos políticos y su papel transformador
ante los requerimientos de sus pueblos, en las últimas décadas del pasado siglo XX, los estados centroamericanos decidieron sabiamente asumir el compromiso jurídico-político de resolver los problemas, en sus países y entre sus países, por medio de la seguridad democrática centrada en las personas y en el desarrollo sostenible inclusivo, y la fundamentación del proceso de integración centroamericana, en el respeto, promoción y tutela de los derechos humanos. Todo ello está expresado en un entramado de normas internacionales de integración o comunitarias vigentes. Normas que, hasta ahora, no han sido cumplidas en su esencia, lo que ha contribuido a la situación actual en cuanto a males públicos regionales y nacionales.
Sin embargo, esas normas centroamericanas son obligatorias y el compromiso jurídico, político y social de Honduras debe garantizar su aplicación efectiva pues, al formar parte de nuestra legislación nacional, son puentes seguros para transitar hacia el bienestar de nuestro pueblo y para cumplir con la legislación internacional vigente en Honduras, especialmente en materia de derechos humanos.
Esa legislación tiene el potencial de facilitarnos la salida, cierta y productiva, a la actual situación excepcional de dificultades que experimentamos, por medio de la seguridad humana y el desarrollo sostenible de Honduras, pues hace posible lograr impactos sociales con iniciativas en curso, entre ellas, cumplir con el Plan universal de Acción o Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible y la estrategia de derechos humanos sobre seguridad humana para el desarrollo sostenible “Municipios de bienestar solidario”.
Iniciativas cuya implementación es realizable por su correspondencia con las expectativas de la población hondureña, que aspira a que todos los municipios de Honduras se levanten con el esfuerzo de sus comunidades (incluyendo organizaciones no gubernamentales y empresa privada) y gobiernos locales, con el apoyo subsidiario del gobierno central y la cooperación interna e internacional.
Esas son expectativas viables y ya anuncian el inicio de tiempos diferentes con cambios positivos que, los candidatos (as) a cargos públicos, deben proponer y comprometerse a ejecutar para vigorizar el Estado democrático y social de Derecho, con la mejora progresiva de la condición humana y el bienestar del pueblo hondureño, en paz, democracia, desarrollo y libertad