¿Sufre su hijo de insomnio? Ponga atención...
Los trastornos del sueño en los niños se deben a los malos hábitos que sus padres no han corregido
¿Su hijo sufre de problemas de concentración, bajo rendimiento académico o retraimiento? Si ese es su caso, le comento que eso ha sido desencadenado a causa del insomnio infantil.
Las causas pueden ser diversas, pero lo habitual es que el origen esté en los hábitos incorrectos que se crean para la conciliación del sueño y en sus despertares nocturnos.
Esto quiere decir que los niños desde que nacen deben ser educados en sus hábitos de sueño, comida, descanso. Pero sucedería que muchas veces los padres, en vez de encausar el descanso, los estimulan o realizan una serie de actos repetitivos ante su negativa de dormir, que con el tiempo van modelando los “malos hábitos”, que son consentidos y reforzados por los propios padres.
En nuestra sociedad, los adultos acostumbran a permanecer despiertos hasta
altas horas de la madrugada y consecuentemente sus hijos también siguen ese patrón.
De alguna manera, su reloj biológico es alterado y aunque duerma lo necesario (entre 8-10 horas) su sueño no será reparador.
¿Qué hacer?
La psicóloga Damaris Melgar recomienda a los padres que integren una serie de actividades para que los niños se duerman con más facilidad. Las lecturas de historietas infantiles son una buena opción, si lo hace como un ritual, su niño al final del día estará ansioso porque llegue la hora del cuento que no terminará de escuchar porque se quedó dormido.
-Olvidarse del azúcar antes de dormir.
La alimentación también influyen en la calidad del sueño del niño. En este sentido, es importante prescindir de las bebidas con mucha azúcar, así como de la cafeína, después del mediodía.
-Luz tenue en la habitación.
Ayuda a que el niño no tenga miedo al quedarse solo en la habitación y pueda dormir tranquilamente.
-No usar videojuegos.
Para que el niño se relaje, es importante evitar actividades que le puedan excitar durante esa última parte del día, entre ellas, los videojuegos y ver la televisión.
-Misma hora de acostarse y de levantarse.
Crear un rutina de sueño en el niño implica que no solo la hora de acostarse debe ser la misma, sino también la de levantarse. Contar con horarios fijos facilitará que el pequeño acepte sin protestar irse a la cama a su hora